Cuentan Sol, Azufre, Sal, Tierra y La Santa, los cinco componentes de Basanta, que para celebrar el solsticio de verano se reunieron un atardecer mágico, brindaron con vino, cantaron canciones olvidadas y, de aquella revelación, se formó una banda que da voz a la naturaleza.
“Colorama”, su álbum de debut, vio la luz pocos meses después en El Puerto de Santa María (Cádiz) y, según cuentan, cuando el productor Paco Loco hizo sonar por primera vez el disco completamente terminado, a todos les sonó a múltiples colores.
La pasada semana se publicaba este trabajo, una colección de temas en los que predominan los sonidos de rock clásico y un tanto lisérgico, árido y setenteros por momentos, con ecos a bandas de la talla de Love o a otras más actuales como Melange o Temples. Psicodelia con acercamiento a músicas orientales y a la americana, todo un descubrimiento en el panorama nacional. ¡Que comience el baile de máscaras!.
