28 marzo 2024

jamesvincentmcmorrow

 

El talento que ha derrochado James Vincent McMorrow en sus dos entregas discográficas es indiscutible. Muchos dirán que es el Bon Iver europeo, y en parte no se equivocan porque comparten varios matices, pero no por ello se le puede restar mérito. El pasado viernes 24 de octubre pudimos disfrutar de su segunda visita a la capital después de su paso por el Día de la Música.

El también irlandés I Have A Tribe se encargó de abrir la noche en un formato desnudo, ya fuera solo con su guitarra o enfrente del piano. Presentó sus dos EPs publicados hasta la fecha con delicadeza y finura, mostrando una evidente timidez al hablar y gran suavidad al cantar. Pese a no disponer del resto de arreglos que componen sus grabaciones, Patrick O’Laoghaire tiene la capacidad para transmitir solo con su voz de una forma envidiable.

En cambio, James Vincent McMorrow disponía de toda su banda para presentar Post Tropical (Vagrant – 2013), su segundo trabajo discográfico con el que sigue la línea de su primer disco: canciones matizadas y plagadas de detalles centradas en su prodigiosa voz y amparadas por los coros de sus compañeros. El traslado al directo es deliciosamente fidedigno al disco, y si antes la voz de James suponía la piedra angular de la composición aquí no podía ser de otra forma. ¡Qué voz! Para prohibirle la entrada en una cristalería. En temas como Red Dust, que terminan en una intensa catarsis, el nivel sonoro que alcanza James con su garganta es impresionante. Menos mal que lo controla perfectamente alejándose del micro. En otros momentos como en Follow You Down To The Red Oak Tree demuestra su capacidad para controlar las melodías vocales sin ningún tipo de problema. Si a eso sumamos que los coros de sus compañeros siempre se mantuvieron en su justa medida, el apartado vocal fue de diez.

ihaveatribeTanto Post Tropical como Early In The Morning (Burning Rope Records – 2010) estuvieron muy presentes en el largo setlist con el que James nos deleitó, y no faltaron cimas como Breaking Hearts, probablemente la canción más acompañada por un público entregado. Y no es de extrañar, el estribillo es pegadizo hasta decir basta y el ritmo con el que acompañan las guitarras invita hasta al baile. Ya en la recta final, con Gold y con Cavalier sacaron los fuegos artificiales y ya en los bises James se marcó una And If My Heart Should Somehow Stop a capella que fue un éxito más y cerró dejando el pabellón bien alto con If I Had A Boat. Un concierto espectacular de principio a fin.

Y no podemos dejar de mencionar las visuales. El apartado sonoro está claro que nos dejó impresionados, pero aquellas pirámides iluminadas de distintos colores a lo largo del escenario y aquel círculo con triángulos en relieve de distintos tamaños que hacía de pantalla de proyecciones y que unas veces podía ser una luna, otras imitar un amanecer sobre los triángulos a modo de montañas y mil maravillas más, hizo que la noche ya rebasara todas nuestras expectativas. Cuando hagamos una lista de mejores conciertos de 2014, aquí tenemos un firme candidato sin duda alguna.