25 abril 2024

Stanich (1)Aullando al resto de coyotes y siendo Moisés separando las aguas. Ángel Stanich volvió a Santander como el hijo pródigo el pasado sábado, 29 de diciembre. Despidió el año y cumplió con la tradición. Además, llevó a la sala Escenario Santander su último EP, “Máquina”. Todo esto con el respaldo y de la mano de SON Estrella Galicia, y dentro de un fin de gira que se prolongará hasta febrero.

Stanich (2)Nos reciben bombillas que casi escapan del techo y la bandera de Antigua y Barbuda, estado que da nombre al último trabajo de estudio del santanderino y que ahora también cubre un teclado.

Se tiñe el escenario de rojo para anunciar la llegada de la banda. Stanich aparece por el lateral izquierdo, con tirantes y un vaso en la mano que no levanta para saludar. “Qué delgado está”, comentan desde abajo.

El primer derechazo es ‘Golpe en la pequeña china’, tercer corte de los cuatro que construyen “Máquina”. Solo hay que esperar a ‘Tu amor no arde’ para que se oigan los primeros coros saliendo del público. Parece que todos los que se han acercado hasta aquí están dispuestos a replicar y responder al músico, que ejerce de predicador.

Stanich (3)“¿Cómo estáis? Muchísimas gracias por estar una Navidad más”, contesta él, que da taconazos y la sensación de creer que lleva espuelas. Un par de acordes bastan para que ‘Mezcalito’ sea reconocible.

Prescinden de cualquier pausa antes de arremeter con ‘Mañana’. El vocalista abre mucho los ojos contando cosas de tambores y del Juicio Final. Sí bajan la luz y el volumen para toquetear cuerdas y afinarlas, preparándose para ‘Galicia Calidade’. Stanich salta y se agacha. Levanta un dedo advirtiendo no sabemos el qué. Entrecierra los ojos para enfatizar el aviso. Se acerca al borde de las tablas y casi amenaza con usar el cable de micrófono de látigo. Se vacía en los últimos segundos del tema, gritando el eslogan turístico.

Stanich (4)Mueve el culo y da la espalda para que se vea mejor en ‘Qué será de mí’. Dedica ‘Camino Ácido’ a los que están desde el principio, pero tardan en tomarlo. Se hacen de rogar y van cediéndose el protagonismo, de un instrumento a otro. Se reencarnan en un directo de The Doors y suenan a maullido, angustia y quejío. El cantante paladea las sílabas y se restriega con las palabras.

Stanich (5)Casi no tiene que pronunciar las de ‘Miss Trueno ’89’. Sonríe, con las cuerdas de la guitarra sin cortar y un foco sobre la cabeza que le da aires de Mesías.

“Vamos a hacer un poco de deporte”, dice, y da zancadas que le unen pecho y rodillas. Fuerza la garganta en ‘Le Tour ´95’. Mantiene la marcha con los pies y levanta los gemelos, encajados en unas estrechísimas perneras.

Stanich (6)Deja la guitarra y afirma que van a “enseñar una nueva faceta”. Se refiere a la de ‘Salvad a las ballenas’. Dobla las piernas y se acerca a las primeras filas. No guarda las distancias y apoya su frente en las suyas.

“Ahora os queremos hacer una canción que no es mía ni de ninguno de estos fenómenos. Una canción que no creo que esperéis. Si no habéis visto crónicas de otros conciertos”, apunta y bromea Stanich, que está hablando de ‘El 7 de septiembre’. “A mí me pone, para acabar el año, hacer esta canción de Mecano”.

Antes de poder rendirle homenaje, resopla y admite que se ha “cansado un poco con las ballenas”. “Lo reconozco, ya que estamos entre paisanos”, dice. Y le vocean que está en casa.

Stanich (7)Le llega el turno a ‘Hula Hula’, que aborda retorciéndose y moviendo la cadera al hablar de exclusivas, intimidad y entrevistas por Skype. Sigue el tirón de orejas a prensa y periodistas con ‘Señor Tosco’, que le lleva a darse con el puño en la sien. La ‘Stanich Band’ al completo desaparece por los laterales, sin demasiadas despedidas.

Stanich (8)No dejan que nadie recoja y apenas tardan en volver. “¿Un poco más quieren los señores?”, pregunta el de Santander, que no necesita contestación y nos da la epopeya que es ‘Un Día Épico’, valga la redundancia.

Presenta a la banda, se extiende en el discurso y asegura que imita muy bien a Revilla, aunque se resiste a hacerlo. Dice que luego, si eso. Porque lo que planea es sudar con ‘Carbura’.

Stanich (9)Da las gracias, varias veces y a varios. También a sus “amigos de siempre”, que han ido a verle. “Los dos”, ríe.

Saca la artillería pesada y los tanques. Ataca con ‘Metralleta Joe’ y ‘Mátame Camión’. Baja al respetable y lo rodean. Lo tocan y empujan hasta que cae al suelo, noqueado. No dura mucho el susto y enseguida se pone de pie para saludar y abrirse paso entre sus fieles. Ya todos en vertical, dicen adiós.

Esperemos que el diciembre que viene se repita la liturgia.

Stanich (10)