Hay conciertos que prometen más que otros. Los hay que en principio no esperas que ofrezcan nada más allá de lo visto anteriormente y los hay que sabes que serán un espectáculo como no has vivido antes. El del pasado miércoles en el céntrico Berlín Café de Madrid entraba dentro del grupo de los segundos. Personalmente, aún no había ido a este local a un concierto y quedé muy satisfecho con su ambiente íntimo y cercano, la mayoría del público sentado y muy respetuoso con los artistas. Tampoco había visto en directo a Evripidis, que vino en formato él solo con su piano. Pero lo que más expectación levantaba era ver a Amanda Mair, como era esa nueva chica sueca de 16 años que nos había deslumbrado con su voz en las dos únicas canciones que tenía publicadas, y cómo rellenaría el resto del concierto con los temas nuevos de su inminente álbum.
El griego Evripidis, afincado en Barcelona, acudió al espectáculo sin sus ‘tragedias‘. Para este concierto su cometido era interpretar sus temas en solitario con un piano, y realmente no le hace falta más. Sobre todas sus virtudes, hay que reconocerle una gracia personal muy poco habitual que unida a su acento griego (el resultado tengo que reconocer que me sonaba a gallego) nos sacó sonrisa tras sonrisa. Además, se esfuerza y dedica todo el tiempo necesario, tal vez cinco minutos por cada tema, a explicar el significado y el motivo de cada canción que canta, como si primero nos la contase y luego nos la cantase. Esa cercanía deja un gran sabor de boca y supone un añadido al acierto con el que interpreta unos temas que, más allá de si el tema escogido es triste o no, suenan alegres y llenos de vida. El extraño tono de voz que utiliza potencia aún más la impresión que da de personaje extraño y especial que pocos días se ve.
A continuación era el turno de Amanda Mair. ¿Que sorpresas nos deparaba? Para empezar no es pecado pensar que el directo puede pasarle factura porque la chica aún es principiante, aún no ha sacado disco, no ha girado, solo tiene 16 años. Pero de sorpresas está llena la vida y la menuda Amanda nos deleitó con una voz y una presencia impactantes y una profesionalidad que no casa con su juventud. De todo el setlist que sonó solo puedo mencionar los singles House y Doubt, tan dulces o más de lo que sonaban hasta entonces, y acompañados de la fuerza que Amanda demostró ser capaz de desarrollar. En cuanto al resto, todo temas nuevos que supongo rellenarán su primer álbum que está a punto de publicarse y que promete mantener la misma tónica de chica + piano que tan buenos resultados está dando. Diría que será un disco compacto, que mantendrá un nivel de calidad muy alto durante todo el minutaje, tal y como vimos en vivo. A todo ello tenemos que añadir que se calzó una cover del Hallelujah de Leonard Cohen que se adaptó a sus manos y a su voz como si fuera propia. Todo un deleite, esta chica.
Evripidis es que es único. Tuvimos la suerte de estar en la presentación en Madrid de su segundo album y escucharle en directo. Amanda aunque muy joven tiene mucho talento y está en la discográfica sueca Labrador, que no es cualquier cosa. Hoy sale por fin su álum debut! 🙂 A ver qué tal. Un saludo. Mar
Que razón tienes! me encantó en directo, como todos a los que estoy yendo al Berlín Café. Un saludo!