20 abril 2024

La larga cola para acceder al Nasti Club hacía prever que las ganas de ver en acción a los tres grupos de la noche, Coraje, Margarita y sobre todo Fiera eran enormes. Y vaya si mereció la pena la espera…

Abrieron Coraje, con una propuesta que perfectamente podría haber formado parte de la larga lista de conciertos que albergó la sala Rockola en los ochenta. No recordar a Gabinete Caligari, Loquillo e incluso Radio Futura al escucharles se antojaba complicado, pero lo suplen aportando bastantes matices personales que les hacen ganar puntos en los desarrollos instrumentales. Habrá que seguirles la pista.

Ya con la sala completamente abarrotada, salieron a escena los madrileños Margarita, desgranando los temas de su último trabajo Explota el cuerpo. Una propuesta atípica que ya se ha ganado la merecida etiqueta de tropipunk. La precisión rítmica en su directo fue abrumadora, con unos timbales que tienen un protagonismo esencial en sus canciones y que nunca sonaban fuera de tiempo. Las afiladas guitarras con delay y las alternancias y confluencias vocales entre sus cantantes consiguieron hacer crecer aún más la intensidad sonora, haciendo las delicias de los numerosos fans que se traían las letras bien aprendidas de casa y que coreaban los estribillos como si no hubiera mañana. Un show intenso y lleno de energía que dejó con ganas de más a muchos de los presentes.

Tubos de obra. Capazo. Latas. Planchas de metal. Paellera. Arpa hecha en una caja de metal. ¡Un aspirador! Tras finalizar Margarita, el escenario se empezó a llenar de estos y otros cacharros, chatarra y demás parafernalia sonora que acompañan siempre a Fiera. Su propuesta es tan original que raya en la genialidad. Fiera no son Pony Bravo. Ni lo pretenden. Su brico-postpunk con tintes electroindustriales no dejó a nadie indiferente. Fue uno de esos conciertos en el que no sabes a quién mirar, porque sus cuatro miembros no hacían más que sorprender al respetable añadiendo mil texturas sonoras provenientes de los objetos que poblaban el escenario, llegando a su momento cumbre en la interpretación de Objeto Punzante, pista que abre su álbum Déjese llevar. Canción tras canción la ovación era creciente.

Y vale que los Einstürzende Neubauten abrieron el camino en los ochenta y Fiera indudablemente les deben mucho, pero si estos sevillanos fueran islandeses serían un grupo de culto, habrían sido portada en grandes medios alternativos y Björk les habría llamado para que le hicieran un par de temas.

Abrumadores. Intensos. Geniales.

Texto de Arturo Gómez

Fotos : Sixto Solís