23 abril 2024

Los fines de semana son duros, y duele despedirse de ellos sin mas, eso debieron de pensar los amigos de Last Tour International, programando el pasado domingo 3 de Febrero un triple salto mortal que se saldó con entradas agotadas en la sala Moby Dick . Un combo compuesto por Itch, Arcane Roots y Awolnation se daban cita en la sala madrileña, con un público bastante joven y donde predominaba el público extranjero, que no dejó de corear y cantar de cabo a rabo los estribillos del desmelenado Aaron Bruno.

Sorprendente fue para algunos encontrarse una sala desbordada desde Arcane Roots, y es que Awolnation se han consolidado con un sólo álbum publicado como una emergente banda a la que clamar, un pop eléctrico que se torna rabioso y metalero en el directo que el quinteto desglosó en la capital.

Temprano empezaron Itch, donde Jonny Fox acompañado por su banda , hicieron alardes de ska,hip hop, y rock punkarra; sin duda lograron exaltar a un público joven a base de bien, con unos cuantos motherfucker que siempre visten en este tipo de directos, y regalando su EP en descarga directa con una lluvia masiva de flyers del grupo  (podéis descargar sus temas en Itchsmixes.com). Cuarteto potente no muy simpatizante con la música de Awolnation, a priori, pero que logro simpatizar sobremanera con el gentío más madrugador y seguro que una buena cantidad de seguidores.

Arcane Roots fueron harina de otro costal, en apenas media hora dieron buena rienda de ese arsenal que llevan entre manos los ingleses, donde con algunos de los temas incluidos en ‘Left Fire’ hicieron que el rock y el hardcore progresivo invadiera la moby , dando buena muestra mediante el enérgico vocalista, Andrew Groves, que lo mismo parece un solista sereno que un desenfrenado frontman, especialmente bien sonaron temas como ‘Resolve’, ‘You Are’ o ‘Million Dollar Question’ , donde resaltan influencias de los primeros Incubus, The Dillinger Escape Plan,  o del math-rock (con toques más metaleros) de bandas como Minus The Bear. Un set escueto pero que marcó el punto álgido de una campana gaussiana musical.

Los reyes de la noche fueron los americanos capitaneados por el señor Bruno, AWOLNATION lograron congregar en la sala a un público variopinto, de un amplio rango de edades y nacionalidades, pero sobretodo una legión de fans que muchos creíamos no tendrían por estos lares , nos confundimos pero no nos extrañamos , y más después de haber comprobado en el Optimus Alive que en su carpa no cabía un alfiler el pasado verano. Pues eso mismo pasó en la sala madrileña, el primer LP de la banda ‘Megalithic Symphony‘ iba bien estudiado por los asistentes y es que desde los primeros compases de Guilty Filthy Soul la voz de Aaron era acompañada por un buen número de voces a los coros. Arropados , así debió de sentirse la banda , que se arrancó por arreglos más potentes y sonaron mucho más rockeros y salvajes que en su álbum (donde el rock se torna más electrónico), pero lejos de desmerecer, resultó un punto a favor. ‘People‘, ‘Not Your Fault’ o ‘Soul Wars’ iban cayendo entre saltos, melenas al viento y una banda que se crecía con cada griterío.

Puntos álgidos fueron los momentos en que la banda se desquitaba con ‘Sail‘ o con la apoteósica ‘Burn It Down‘, tema incendiario como pocos y que arrastraba al empujon al más calmado. Algo más de 50 minutos pasarían cuando se despedían de un público entregado, para volver a salir de inmediato y arrastrar las últimas migajas de domingo a su territorio, y finalizar con una toqueteada versión del Knights Of Shame‘. Bien lo han sabido hacer los californianos,  seguro que la próxima vez que paren por nuestro país reventarán una sala más grande sin dudarlo.

Si queréis ver fotos del evento os recomendamos los reportajes fotográficos de Musicazul.