23 abril 2024

Estrenando una de las salas del nuevo Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA), llegaron dos grupos españoles representantes del indie pop que caracteriza el Valladolindie 2012.

Primero aterrizó la “nave nodriza” de La Sonrisa de Julia. El líder del grupo, Marcos, empezó con canciones de sus anteriores discos como Bipolar o Grito. En esta gira invernal han cambiado la formación respecto a lo que les pudimos ver en sus anteriores visitas. Prescindieron del bajo, y a los teclados volvió Curro Moral, viejo miembro de la banda. En este formato de trío la batería de Raúl cobra un protagonismo que no tiene normalmente, y seguramente fue lo más destacado de la actuación. Tras el enérgico comienzo bajaron el ritmo con Hay alguien más ahí y ¿Dónde está mi vida? mientras la sala LAVA parecía ser abducida por una nave espacial que no hacía más que deslucir la actuación. Sala nueva y difícil de sonorizar, la falta de contundencia y los acoples se sucedieron toda la noche, pero especialmente en el comienzo de La Sonrisa.

Con America llegó el momento de hacer una crítica social con frases como “Detrás del progreso hay otra verdad: la que jamás tendrá publicidad, Ningún noticiario se atreve a contar lo que su audiencia no quiere escuchar.” Sin embargo el público parecía estar más a gritar como fans histéricas (y no tanto féminas como hombres) con las viejas canciones de La Sonrisa de Julia como Sin perdón, Luces de neón y Llevo tu voz.

El turno de los cántabros llegaba a su fin, pero no así su fuerza que llegó al máximo con canciones de su último disco como Loco y Extraño, entonadas por todo el público. Y por último, El hombre que olvidó su nombre, con una testimonial participación de Alberto (cantante de Miss Caffeina). Así La Sonrisa de Julia dejó al público con ganas de más (el guión convencional dice que deberían haber cerrado con Euforia).

En poco más de un año les hemos escuchado en la ciudad hasta cuatro veces, y, sin haber sido una noche mala, posiblemente ha sido la peor. La formación de trío no les favorece. La ausencia del bajo y, sobre todo, del huracán Víctor (en palabras del propio Marcos), no encaja en el sonido actual de la banda. Pero es de agradecer este tipo de variaciones, prefiero una noche mejorable que una repetida.

Miss Caffeina empezaron fuerte con Ley de gravitación universal, Ley de imposibilidad del fenómeno y Mecánica espiral, canciones incluidas en su único LP, al igual que la siguiente, N=3. Después sacaron la folclórica que llevamos todos dentro y se atrevieron con un cover de Que sabe nadie de Raphael (versión que ya escuchamos en la última edición de Sonorama con la participación de Zahara), aunque de nuevo el sonido de la sala les hizo un flaco favor.

Rescataron temas de sus viejos EPs para los más fans, con canciones como La Misión y 3000, y siguieron con temas de Imposibilidad del fenómeno haciendo una versión más movida del tema más largo del disco, Perfecto; y con N=1, canción de la que han sacado videoclip recientemente (dirigido por Zahara, que parece ser la 6º miembro de Miss Caffeina). Volvieron a oirse gritos de fans histéricas cuando salió Marcos (La Sonrisa de Julia) a participar con los caffeínos en Lisboa, aunque de nuevo la colaboración fue muy descafeinada y pasó desapercibida.

Después sonaron La guerra y  Otoño y mariposas, empezando a subir el ritmo para llegar a los bises, tras un poco comentario poco agradecido de Alberto: “Ahora deberíamos salir todos y volver a entrar, pero sólo lo hago yo que soy el cantante”. Así terminó la noche con los temas Capitán, Mi rutina preferida y Cabaret.

Mucha pose indie para un sonido que va sonando poco independiente con rapidez, pero dieron el concierto que todos sus fans allí -legión- esperaban. Tienen un setlist claro y lo ejecutaron a la perfección.

Valladolindie 2012 ha dado comienzo con un sabor agridulce. No es tan indie como su currículum atesora, pero ha conseguido al menos mover al público de la ciudad fuera de las salas y nombres de siempre. Miss Caffeina forman parte del pelotón de cabeza de una nueva generación de grupos pop que han dado con la fórmula para llegar a un público joven, a pesar de no contar con el apoyo de las radiofórmulas que otros como La Sonrisa de Julia ya no disfrutan- aún estando en el mejor momento de su carrera-. Si buscas sonidos nuevos, experimentales o arriesgados éste probablemente no sea ni tu concierto ni tu cartel, pero para salir de la pobre inercia en la que el mainstream nacional está estancada desde hace años necesitamos grupos como ellos.

4 comentarios en «Crónica del concierto de Miss Caffeina y La Sonrisa de Julia en Valladolid»

  1. Es inexplicable que una sala nueva tenga tan mala acústica como decís, ¿no?.
    ¿No podían tener esto en cuenta a la hora de construírlas?.
    En fin, es lo de siempre, supongo.

  2. Buenas chic@s, para mi cualquier iniciativa que aumente el ocio musicalmente hablando en Valladolid me parece mas que buena. La sonrisa de Julia no entran dentro de mis preferencias musicales pero hay que reconocer la humildad que tenian sobre el escenario. El segundo asalto de los Miss Caffeina (apunto que yo fui porque me apetecia verlos en directo, la voz del cantante me llamaba la atencion) me parecio un tanto sobrada, con respecto a la madurez que desprendia la primera banda. Aun asi me uni a la tropa de fans y a darlo todo en segunda fila, (a un concierto se va a disfrutar!), sus letras son pegadizas, me recuerdan a Supersubmarina, para pasar un rato divertido, como un rollete de una noche…pero no llegan a profundizar

  3. Yo no se si tu te fuiste al terminar el concierto, pero no serán tan sobrados Miss Caffeina cuando el cantante estuvo mas de 1 hora firmando y haciendose fotos, no parando de agradecer y sonreir… cuando la verdad no tenía porque hacerlo

  4. Yo fui al concierto por ver a La Sonrisa de Julia. Les escucho casi desde el principio de sus tiempos y hasta ahora no había podido asistir a ningún concierto. Se merecen ser cabeza de cartel en vez de teloneros, eso sí, con bajo. El bajo, en cualquier canción es indispensable. Entre eso y, para mí, lo poco acertado de la selección del setlist, me supieron a poco.
    De Miss Caffeína, poco que decir: eso ni e indie ni es ná. Ahora a cualquier cosa le llaman indie…

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