28 marzo 2024

En los últimos años hemos visto resurgir la fórmula de chica + guitarra, pero el pasado 28 de octubre vimos en Valladolid algo diferente. Lejos de florituras vocales y de alegres melodías pop, Tulsa dio un recital de desengaño y melancolía.
La sala Café Teatro prácticamente se llenó para ver a Miren Iza en directo presentando las canciones de su nuevo disco, Espera la Pálida. Antes de la actuación tuvimos la oportunidad de cruzar unas cuantas palabras con ella (dentro de poco la podrás ver en una grabación acústica para Acordes Urbanos) y descubrimos que es una persona tímida, casi retraída, que es con la guitarra entre manos cuando más se sincera. Y esa es la sensación que transmitió en la sala. Su voz rota a menudo pareció estirarse en lamentos a lo largo de sus poéticos textos sin artificios, haciéndonos compartir ese sufrimiento que transmite.

Apenas se dirigió al público durante la actuación. Mirada baja y alguna frase prácticamente ininteligible fue la nota predominante. Las presentaciones de las canciones no son lo suyo, como ella admitió. Sólo al bromear con el omnipresente y polifacético Charlie Bautista pareció soltarse un poco más. “¿Qué preferís, los cuerdos que se creen locos o los locos que se creen cuerdos?”, dijo, mirándole.

Prácticamente recorrió todos los temas de sus dos álbumes, que sonaron muy cercanos a los discos, grabados con mimo pero sin grandes ornamentos. Pero más cercanos si cabe al público que la escuchábamos, en estricto silencio, mientras nos confesaba sus noches de sufrimiento.