24 abril 2024

“Gracias a todos, porque habéis sido los que más habéis corrido”. De esta manera, Pucho, el vocalista de Vetusta Morla, quiso agradecer la fidelidad incondicional de las 2.500 almas que invadían la pista de la famosa sala madrileña La Riviera. Razón no le faltaba, ya que éste era el concierto de los más fans, el primero en que se pusieron las entradas a la venta cuando anunciaron el ciclo de conciertos que tenían previsto realizar en la capital de España y al que han ido aumentando fechas hasta llegar a cinco ‘sold out’ (8,9,10,16 y 17 de diciembre).

La noche del viernes 9 de diciembre, en las postrimerías de las fechas más mágicas del año, dejó a los que hacían cola en el Paseo Virgen del Puerto, el primer regalo navideño. El concierto de uno de los grupos más en forma y que mejor directo presentan dentro del panorama nacional alternativo, Vetusta Morla.

Una vez en el interior de la sala, los nervios a flor de piel se palpaban en un público heterogéneo de edades y de estilos que iba copando las primeras filas en busca del sitio perfecto para disfrutar del concierto cual niño en el día de Reyes al abrir los regalos. Pero antes de que comenzara el espectáculo, uno de los amigos del grupo, Eladio y los seres queridos, amenizaron la tensa espera con un bloque de canciones en las que se incluían ‘La Cruz’, ‘Miss Europa’ o ‘Con el corazón en la mano’ pertenecientes a su último trabajo Están ustedes unidos, editado este mismo año. Durante los aproximados tres cuartos de hora que estuvieron sobre el escenario, Eladio y los suyos trataron de motivar y hacer partícipe de su espectáculo al público, a pesar de que el sonido no fue el punto fuerte del grupo en esa noche. Con ‘Nos iremos a vivir al Himalaya’ Eladio dejó paso al plato fuerte de la noche, una demostración de energía, fuerza y la ilusión de seis amigos de Tres Cantos.

Pucho, Álvaro, Guillermo, Juanma, Jorge y David salieron al escenario madrileño ante una fuerte carga de emotividad en forma de aplausos y gritos que intentaban liberar la tensión acumulada y presagiaban la fantástica noche que quedaba por delante.

Una mezcla de temas suaves y hondos con temas rápidos y enérgicos repasando sus dos trabajos editados como son Un día en el mundo (2008) y Mapas (2009) además de algún sorpresa, fueron los 21 cortes que completaron el setlist de las dos horas largas que duró el concierto.

En el día ‘D’ y a la hora ‘H’, se hizo el silencio sepulcral en la sala cuando comenzaron los primeros acordes de ‘Los días raros’, los seis minutos más intensos de su último trabajo. Y es que escuchar entonar la primera frase ‘abrelo, ábrelo despacio’ con el coro de miles de personas detrás, pone los pelos de punta a cualquiera. Uno de los momentos de la noche llegó cuando sonaron sobre el escenario los primeros tonos de las canciones que les lanzaron al éxito del que gozan en la actualidad, ‘Copenhague’ y ‘Un día en el mundo’. ‘Baldosas amarillas’ que contó con la colaboración de Eladio Santos sobre el escenario, puso un momento de respiro a la actuación que volvió a su punto más álgido cuando público y banda se fundieron en una sola voz a la hora de interpretar ‘Maldita dulzura’. Llegó el turno de otro éxito del reciente pasado, ‘Valiente’ y con ello el momento de meterle otro punto de intensidad a la actuación que estalló, como suele ser habitual, cuando estos chicos deciden convertir las salas de concierto en auténticos estadios de fútbol haciendo sonar el pegadizo estribillo de ‘Saharabbey Road’. Unas estrofas que la gente no para de entonar en los momentos de los bises de sus conciertos y que se ha convertido en auténtico himno de festivales veraniegos. Bajando un poco las revoluciones al espectáculo, sonaron ‘Canción de vuelta’, ‘Rey Sol’ y ‘Un plan mejor’ canción elaborada para una causa benéfica como fue el documental ‘Cara o cruz’ grabado para dar a conocer la realidad y testimonios de las personas con VIH realizado por la coordinadora estatal del sida (CESIDA). Con las canciones de ‘Mapas’ y la que da pie a su último videoclip, ‘El hombre del saco’ , la cual dedicaron a todos aquellos dirigentes cuya única misión es enriquecerse a costa de los demás, llegamos al final de la primera parte de un concierto que estaba haciendo las delicias de todos los presentes. El sexteto madrileño volvió al escenario para brindar otra miniactuación de cinco canciones más. En ese momento, Guillermo con una guitarra y Pucho con su voz hicieron de la canción ‘Iglús’ (contenida en su EP de estreno MIRA (2005)) el momento más íntimo de la noche y que servía para abrir los esperados Bises. ‘Mi suerte’ y ´Lo que te hace grande’ sirvieron de preludio para el momento de histeria colectiva que se vivió con ‘Sálvese quien pueda’ y ‘La cuadratura del círculo’.

Locura, descontrol y mucha fuerza corrían al unísono mientras Jorge cogía los palos y se situaba al frente del escenario para darle enérgicamente al bidón de lubricantes convertido en instrumento, mientras los demás componentes hacían virguerías con las distorsiones de sus guitarras y el resto de la percusión dejando sin aliento a las 2.500 almas que habían pasado por la sala  poniendo así, el punto final a una magnífica actuación.

En resumen, Un directo tratado con mimo, una elaborada puesta en escena fruto de la enorme profesionalidad que demuestra en todo momento el conjunto, unos artistas dicharacheros compartiendo reflexiones y haciendo partícipe del espectáculo en todo momento al público son las conclusiones que demuestran que estos chicos saben lo que hacen.

En esta sociedad de libre acceso hacia la información y en la que las opiniones a través de las redes sociales e internet se cuentan por millones, los datos son una fuente fiable de objetividad. 1 ciudad, 5 fechas, 5 llenos seguidos, numerosas críticas positivas de la prensa especializada nacional y fuera de nuestras fronteras y lo más importante de todo, el incesante aumento de fieles seguidores cada día son la carta de presentación de puertas a fuera de este grupo madrileño, pero de puertas a dentro no les falta de nada. 6 amigos dedicados en cuerpo y alma a lo que más les gusta, 6 personas que empezaron de la nada y que de manera laboriosa se sacaron las castañas del fuego para dar a conocer el resultado de sus largas horas de local de barrio. 6 músicos que junto a unas trabajadas y nada fáciles letras, suben al escenario para intentar superarse en cada cita con el público. Ellos son personas físicas, normales, con sus días buenos y menos buenos, pero lo que es innegable que lo que saben hacer juntos gusta a la gente y que por eso, su éxito les ha lanzado donde ahora mismo están le pese a quien le pese, a la cabeza de la música española.

httpvh://www.youtube.com/watch?v=6t9ioYZJw98

1 comentario en «Crónica del concierto de VETUSTA MORLA en la Riviera, Madrid – Diciembre 2011»

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