Sobre el escenario, sin más luz que la que proyectaba un foco blanco sobre él, americana y corbata y una guitarra roja, tan hermosa como su voz. Así apareció Leon Bridges en la Riviera el pasado sábado 19 de Septiembre.
Tras una interpretación íntima y emotiva de “River”, tema con el que se cierra su álbum debut; Coming Home, subieron al escenario los músicos que componen la banda que acompaña a Leon Bridges. Mención especial para el saxofonista, tremendo. Junto a ellos, el de Texas dio un buen repaso a su disco primogénito.
Leon Bridges es un tipo elegante, solo hace falta ver su pose sobre el escenario, su forma de moverse mientras desgrana temas como ‘Flowers’ o ‘Twistin’ & Groovin’. Es un tipo familiar, de los que no se ruborizan al reconocer que le ha dedicado una hermosa canción a su madre; ‘Lisa Swayer’ que, por cierto, estaba en la sala. Es un romántico capaz de conquistar a cualquier mujer con su maravillosa ‘Better Man’ o ‘Brown skin girl‘
Es imposible hablar de Leon Bridges y no pensar en Sam Cooke, pero a diferencia del segundo, Bridges ha nacido en la era de la información y en poco tiempo, su voz se ha propagado por todo el mundo, gracias a plataformas como Spotify. Por eso, aunque él no esperase tal afluencia de gente, La Riviera estaba llena por un público que tenía, en su mayoría, ganas de escuchar lo que el americano venía a decir (obviamos a aquellos que consideraron que el mejor momento para increparse fue cuando todos los asistentes estábamos callados contemplando a Leon Bridges que estaba de nuevo sobre el escenario con la única compañía de Britanni, encargada de respaldar vocalmente al joven estadounidense).
El pasado sábado 19 de septiembre, Madrid se dejo acariciar por una voz dorada del soul y el góspel, una revelación descubierta en un restaurante tex mex de Fort Worth (Texas). Leon Bridges se fue del mismo modo que apareció sobre el escenario, asombrando a los presentes primero con su voz y su porte y al final, con un baile contagioso que no dejó a nadie indiferente.
