18 abril 2024

Exactamente un año después de haberlo vendido todo en sala El Sol, Los Punsetes agotaron anoche las entradas para su concierto en la madrileña sala Joy Eslava. Aquella vez comenzábamos la crónica diciendo que eran el único grupo que ha estado presente en nuestras listas de lo mejor del año con todos sus discos y esta vez nos alegra poder reiterarlo: ‘LPIV‘, su último trabajo, ha sido nuestro segundo álbum nacional favorito de 2014, sólo superado por el de Vetusta Morla -una pugna que es el resultado de la guerra civil que tenemos montada en esta casa entre los fans de unos y los fans de otros-. Con estos antecedentes, y tras la actuación de Violeta Vil, se subieron al escenario capitaneados por una Ariadna ataviada de cactus blanco (?) que, por si os lo estabais preguntando, sí, sigue sin mover ni media pestaña durante todo el concierto. Empezaron su incendiario espectáculo con ‘Nit de l’Alba’ y su “hay un incendio” y ‘Bonzo’ y su “me estoy quemando a lo bonzo por dentro” y lo continuaron intercalando temas nuevos con temas antiguos, entre los que no faltaron ‘Tráfico de órganos de iglesia’, ‘Alférez provisional’, ‘Fondo de armario’ o ‘Pinta de tarao’. Al cabo de apenas una hora abandonaron el escenario para volver minutos después con ese himno que es ‘Los últimos días de Sodoma’ -que nos dejó el momentazo de Ariadna vestida de langosta (???) cantando aquello de “esta ciudad se merece una plaga que cubra de langostas las fachadas“-, acogida con fervor entre el público de esta Sodoma moderna a la que está dedicada -Madrid, claro-. Y es que Los Punsetes han demostrado que, cuando quieren, tienen una lucidez especial para reflejar los descontentos de una generación con la que la conexión es palmaria -‘Dos policías’ sigue siendo de las más coreadas-. Como era de esperar, las canciones nuevas especialmente bien recibidas fueron ‘Opinión de mierda’ -¿tan identificados nos sentimos?-, ‘Arsenal de excusas’, ‘Museo de historia natural’ y, por supuestísimo, esa ‘Me gusta que me pegues’ con la que terminaron el concierto muy arriba. Aunque se quedaron fuera del setlist algunos de nuestros temas favoritos -¿de verdad había que sacrificar ‘Hospital Alchemilla’ para tocar ‘De moda’?-, lo cierto es que no se les puede poner ningún pero. Estaría bueno que lo hiciéramos, siendo el mejor grupo que ha dado España en los últimos años. Esta ciudad se merecía este concierto.