29 marzo 2024

Scansetti_1El sábado 4 de marzo fue el día escogido para despedir “Dimensions of Dialogue”, el primer álbum de Lucía Scansetti. El lugar, el Teatro del Arte, en Madrid; y el apoyo, de SON Estrella Galicia.

Colocados cerca del público, tardan en bajar las luces. Tiran la primera piedra con el tema que inaugura el LP, ‘Dare’. Después cerrarán el círculo. Los segundos que abren el corte palpitan en el esternón. Con un vestido de rayos que acaricia el suelo, Scansetti lo mata diciendo “I won’t save your life”. Pero porque no quiere.

Explica que es el primer “sold out” de su historia. “No es verdad”, se corrige. “Pero sí es el primero en Madrid”. Cuenta que ha decidido dejar de hablar de las mismas cosas para hablar de otras nuevas. Que si hablas siempre de las mismas penas no las superas. Habría que apuntarlo. Aun así, aborda ‘Haunt’.

El piano que da vida a ‘Braveyard’ suena como al soldadito de plomo en su barco de papel, a caerse por las escaleras o incendiarse. En ‘Fools’ el telón negro se tiñe de rojo. De teatro y drama. Las luces se centran en ella para pasar luego a una bola de discoteca que hace de espada de Damocles.

Scansetti_2Hace levantar la mano a los que fueron mecenas de “Dimensions of Dialogue”, que publicó a través de un proceso de “crowdfunding”, porque la siguiente canción era una de las recompensas. “Igual no sabéis quién soy y me estoy colando”, se disculpa. El bajista se muerde la lengua. El guitarrista sujeta la púa cerrando la boca y toca con los dedos. A una introducción larga e instrumental le sigue un final retorcido y caprichoso. Tan inocente como aquel al que le ponen las manos en el cuello al confesarse culpable.

Al par de piezas nuevas se les une la versión de una de esas canciones que, dice, le gustaría haber escrito. “Pero no, porque lo hicieron ellos antes”. Se refiere a ‘Weights & Measures”, de Dry the River, banda londinense que, pensando en ella y en destrozarle la vida, se separó.

Scansetti se apoya en los extremos del soporte que aguanta el teclado como quien ha tomado una decisión. Como la calma antes de la tormenta. “Esta canción va de descomponer tu cuerpo en miembros, meterlos en una caja y dársela a la otra persona. Sabiendo que la va a tirar a la hoguera más cercana”. La aludida es ‘Basal Flame’.

Scansetti_3Suspira, la dejan sola y responde con un “ok”. Comenta que se ha dado cuenta de que hay temas de menos de 18 acordes que molan. Aclara que éste, el ‘Smile’ de Lily Allen, tiene dos.

“Hombres” pide, y vuelven al escenario. Le llega el turno a ‘Elvis’. Cuenta que, aunque la composición parezca muy dramática, no lo es tanto. Que habla de un chico con el que creía que estaba, pero no. No es un caso tan raro. “Es triste y afecta a toda la sociedad”, se defiende ella. Ahora sí que debería pedir que levantásemos la mano. “Es que era muy guapo… y tonto”.

Scansetti_4“Yo os lo aviso: quedan dos canciones. Es lo que hay”. Advierte que no va a hacer lo de salir y entrar, señalándose los tacones. Aprovecha la pausa para presentar a quienes la respaldan: a la batería, Alejandro Moreno; a la guitarra, Alejandro Hernanz; y al bajo, Pablo López.

Un tema aún sin editar y ‘Captain Hook’ le sirven para cumplir su palabra. Termina disco, concierto y gira con sílabas exactas. Que, deja claro, son las únicas suyas que hablan de ella. “No sé si me vendo bien. Yo diría que no”. Para seguir dándose la razón, recuerda que de su propósito de escribir una canción sobre cada villano de las películas de Disney solo salió ésta.

Saludan y se van. Scansetti cierra esta puerta para abrir todas las que quedan.

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