El jueves 17 de marzo una cola amenazaba con llegar a Gran Vía. Salía del Teatro Lara. Dentro, estaban Luis Brea y el Miedo, respaldados por SON Estrella Galicia. Listos para repasar su trabajo homónimo y unos cuantos himnos anteriores.
Con todas las butacas ya ocupadas, salen a cuidarnos. “Nosotros nos ocupamos de todo”, aseguran. Cumpliendo, atacan con ‘El Verano del Incendio’. Brea se acerca y aleja de la peana para ‘Parchís’. No se deja avasallar, pero tampoco se come las fichas ni pasa por delante de nadie. Puntea las cuerdas con la mano derecha y empieza ‘Más de Veinte’. De beber ginebra entresemana en pisos de alquiler.
Un par de golpes al bombo de la batería anuncian ‘Singles’. Se queja de la edad con un “uno ha roto cuerda”. Pregunta y busca consenso para hacer ‘Discotecas’. No le hace falta insistir demasiado. Jorge Martí, encargado de la guitarra y los sintetizadores, salta y mueve el culo.
Se alargan afinando, pero no se oyen quejas. Cuando está todo en orden, pasan a ‘Resurrección’. Lo que sí se escucha es un grito que sale del público pidiendo ‘Hada Roja’. “Vale”, responde el vocalista, que por si acaso revisa el repertorio. Efectivamente, vale. Se turnan la voz sin apoyos con el resto de instrumentos. Lo mismo para ‘After Crisálida’, respetando el silencio cuando toca. Aún así, hay quien se arranca con los coros.
Hablan de cerveza y de Galicia, y por alusiones reacciona Nacho Mora, bajista. Traen de souvenir lo que les dijeron en un pueblo pequeño al que fueron a tocar; “por aquí no se pasa, aquí hay que venir”. A ‘Mil Razones’ acudimos casi todos, incluyendo a tres tipos que se han puesto de pie en un palco.
Con la cara más eléctrica de ‘Tres Cruces’, se presentan unos a otros. Baila Brea hasta arrodillarse. “Lo del gimnasio lo voy a tener que repensar”, como consecuencia. Se propone buscar la publicidad en la basura, y le sirve la resolución para recordarnos que el papel va al contenedor de cartón.
Se queda solo sobre las tablas, encaramándose al borde. Aborda ‘Baso es con V’ sin micrófono y con rabia al decir lo de “esa puta canción de Los Planetas”. Regresa el resto de la banda para acabar con el tema.
Confiesa que se comunica con un hada y aclara que se puede decir también “una hada”. Tiene la autoridad que da haberlo mirado en Wikipedia. “Zahara Gordillo Campos”, la presenta. Acude y le corrige, “es María Zahara Gordillo Campos, si lo vas a decir todo”. “Ha estado muy guay. Me lo estaba pasando muy bien. Hasta ahora”, añade. Ahora le toca cantar a dúo ‘El Frío’.
Soluciona la carga en el aire ‘La Caída’. En ‘La Cuenta Atrás’ el cantante baja entre los asientos, recorriendo el pasillo de delante a atrás, y en sentido contrario. Con la audiencia en pie, vuelve a subir y se hace con una pandereta, agitándola hasta que desaparecen por un lateral.
“Os habéis equivocado; no hay que sentarse ahora”, nos recriminan al volver. Claro, es el turno de ‘Dicen por Ahí’. Invitan a Luis Rodríguez, guitarrista de León Benavente, a ayudarles con ‘Automáticamente’. Si no le hubiesen llamado, estaría en su casa bebiendo absenta y viendo capítulos atrasados de Iker Jimenez, dice. Se agitan en un homenaje a Chuck Berry al que se une de nuevo Zahara. Nos hacen levantarnos y sentarnos; aerobic para compensar la semanas de no hacer ejercicio.
Han estado discutiendo quién popularizó ‘My Girl’, de The Temptations. La conclusión es que fue Macaulay Culkin; quien, aparte de ‘Solo en casa’, grabó el film ‘Mi Chica’. Se le escapa la risa a Lárazo Fernández, batería. Tras versionar el tema, se despiden como hay que hacerlo en un teatro, agarrados en una reverencia.
Mirando al cielo y al suelo.
