24 abril 2024

Este año se cumple el décimo aniversario de la publicación del primer disco de Ellos, ‘Lo tuyo no tiene nombre’ -como señaló ayer el propio Guille Mostaza al presentar el tema ‘Mi remedio’-, pero lo cierto es que, a juzgar por la poca gente que lograron convocar en el Museo de la Ciencia de Valladolid en la inauguración del festival Valladolindie 2011, nadie diría que llevan ya tantos años sobre el escenario. Los modernos de esta ciudad debieron de decidir que tenían cosas mejores que hacer que ir a ver a uno de los mejores grupos de este país -y no lo digo yo sólo, también Nacho Cano-, así que el auditorio estaba medio vacío, lo que no impidió que los pocos allí presentes nos lo pasáramos en grande.

Los encargados de caldear el ambiente fueron los barceloneses Cyan, que nos presentaron su último LP, ‘Historias para no romperse‘, mientras el público iba llegando poco a poco al auditorio del Museo de la Ciencia, cuya acústica no es la mejor para este tipo de eventos, por cierto.

Tras su actuación, Guille Mostaza y Santi Capote saltaron al escenario para ofrecernos un setlist de 19 canciones -“más de media vida en canciones”, apuntaba Guille Mostaza- en formato dúo, es decir, sin banda, simplemente ellos dos en el escenario. Y vaya setlist. Lejos de centrarse únicamente en su último álbum, recuperaron muchos de sus antiguos temas, de la talla de ‘En tu lista’, ‘Mi remedio’, ‘Tú primero’, ‘Vente si puedes’/’Vente si quieres’, ‘Hermético’ o ‘Imposible’. Con canciones como éstas, muy mal tendría que haber ido la cosa para que el concierto no fuera un éxito. Guille Mostaza no paró de moverse durante toda la hora y media, bajando a cantar con el público en un par de ocasiones, tirándose en un sofá muy adecuadamente situado sobre el escenario, etcétera.

Detrás de ese mismo sofá se escondieron tras tocar ‘Cerca’ para después volver con los bises: ‘He vuelto’, y las enormes ‘Diferentes’ y ‘Lo dejas o lo tomas’. Casi nada, vaya. Lo mejor de todo es que se dejaron un montón de temas sin tocar, lo que da una idea de la tremenda calidad del repertorio del grupo. Nacho Cano no ha tenido más razón en su vida.