La noche del pasado viernes 18 de febrero prometía una velada oscura, con ritmos constantes y envolventes, propios del Post-Punk más auténtico. Se cumplieron con las expectativas gracias a Wire, grupo clásico del género que demostró que la veteranía en el escenario es un grado importante a tener en cuenta.
Como teloneros se presentaron Weekend, joven grupo de San Francisco, que si no hubiese sido por el corto tiempo que estuvieron (no llegó a la media hora), por los aparentes nervios o por los fallos técnicos de última hora, que impidieron al bajista y cantante terminar la última canción, habrían destacado mucho más. El grupo promete, con canciones de una atmósfera envolvente y abrumadora, ritmos de batería y bajos potentes, penetrantes. Un grupo que los amantes del género deberán tener en cuenta, sobretodo con su álbum debut Sports.
Wire lleva mucho tiempo en esto, desde 1976, y todo ese tiempo ha servido para crear una base sólida sobre la que asentarse. Así nos lo hicieron ver. Su concierto, en el que presentaban su último álbum, Red Barked Tree, fue en progresión. Empezaron con temas más melódicos, muchos de los cuales se encuentran en su último trabajo, como Please Take o Adapt. Pero poco a poco fueron mostrando su cara más oscura, más propia del Post-Punk de los años setenta u ochenta, como es el tema Moreover, también de su último disco. Con una batería de ritmo constante, casi perfecto, potente, y con voces reverberadas, nos hicieron viajar en el tiempo, a una época en la que el género brillaba con luz propia. Tras semejante demostración el público no pudo hacer otra cosa que pedir más, y Wire cumplió con dos bises.
En resumen, fue una velada que los amantes del género recordará por su autenticidad y por haber podido disfrutar de un grupo clásico com son Wire.
