Crónica III Salón del cómic de Castilla y León

Este pasado fin de semana se celebró en Valladolid el III Salón del cómic de Castilla y León con tiendas, fans y dibujeros. Todo muy bonito y muy bello ¿verdad? ¿O no tanto? Creo que los que estuvieron por allá pensarán como yo, aunque por supuesto otros no compartirán mis ideas.

Antes de seguir quiero dejar claro que esta es mi opinión. Una opinión forjada a base de ir a eventos de toda España (alguno del extranjero) como visitante, prensa, invitado, colaborador o incluso organizador. No es algo sin una base o que sea porque me ha pillado con mal día. Igualmente no es la opinión del resto del grupo, lo que yo diga o escriba solo me representa a mí; bien puede ser compartido por otros miembros pero en absoluto me arriesgo a decir que es de ellos.

Llamar Salón a un evento conlleva ciertas cosas. Para empezar que sea tal y si lo completas con una región se da por hecho que los aficionados deberían saberlo ¿no? Vale, pues el fallo comienza en esto pero primero os voy a describir lo que había en la sala del hotel Juan de Austria donde sea realizaba este acto.

Había alrededor de 10 tiendas (no calculo exactamente ahora) entre las que se encontraba la inexplicable presencia de un tatuador, la de los videojuegos tiene cierto entendimiento, puestas en mesas junto a las paredes sin un triste cartel que dijera quienes eran. Al final del todo, que más tarde se cambió de sitio, una mesa donde Jesús Redondo se sentó a dibujar ya que Pepo Pérez no pudo estar presente dejando solo ante el peligro al veterano dibujante, y… no, y ya. No había más. Todo lo que los visitantes podían hacer se quedaba reducido casi a comprar y en un momento dado a ver el concurso de disfraces organizado por la asociación Megamisama; y eso si tenías suerte ya que se realizaba en el trecho final de la sala y apenas se podía pasar en cuanto se juntaba unas pocas personas.

Si claro, es el tercer año y no se pueden pedir peras al olmo (gran refrán que apenas uso), todo mejora y va a más, aunque por un conocido que regenta una tienda especializada en Salamanca el año anterior fue mejor con alguna conferencia y coloquio. Si, alguno dirá que también se hizo este año y no errará el tiro; el problema es que se hicieron el Viernes en la universidad Miguel de Cervantes y no tengo muy claro la publicidad que harían pero a un amigo que estudia allí le tuve que explicar porque la misma salía en la entrada del evento.

El problema de todo esto viene con el nombre. Esto no es un salón del cómic, pero no es (como mucha gente se empeña) porque lleve poco tiempo y deba mejorar, simplemente es porque la organización no conoce el mundo del cómic y realmente no termina de saber como enfocarlo. No hay nada atrayente para el aficionado que si paga se encuentra con las tiendas que ya conoce en su ciudad y alguna de fuera más destinada a coleccionistas de esos que pagamos 30 y 40 euros alegremente por un cómic que buscamos, que orientada hacia un lector habitual que solo le interesa el último Spider-Man y ver una charla entretenida.

El salón lo organizó ASOFED, la gente de la feria del disco, y han hecho lo que saben pero con cómics. Una feria del disco en la que en lugar de discos de música (que también los había) te encontrabas con varias tiendas con tebeos y figuritas. Eso no es ni malo ni bueno, pero si lo llamas Salón (y más de Castilla y León, con gente de la propia ciudad que ni lo sabía) entonces si, en ese caso si es malo porque lo que estás haciendo (al menos así lo concibo yo) es mentir, es engañar a la gente y medios diciendo que hay un salón cuando hay una feria, un mercadillo sin más.

IV Feria del cómic de Valladolid. Perfecto. Genial. Toda la información en un momento y nada que no sea cierto.
No todo son salones en España. Hay encuentros, Jornadas, ExpoCómics y otro sinfín de nombres más como JapanWeek y similares. Apelativos adecuados para los nombramientos que son justos a cada evento.

Y digo yo ¿no sería mucho mejor hacer eso y si alguna vez es un salón nombrarlo cómo tal?