29 marzo 2024

death_of_supermanA los Superhéroes del cómic puede pasarles cualquier cosa. Pueden enfrentarse a fuerzas cósmicas, pelear con sus réplicas de otro universo o ganar la partida a la muerte. Quizá demasiadas veces, al punto que hoy en día muere un personaje y solo decimos un simple “ya ¿y qué? Ya lo resucitarán”.

Al principio de los cómics de superhéroes americanos nadie suponía el éxito que podían tener. Era una simple producción en que casi importaba más la cantidad que la calidad; si un personaje pitaba se seguía con el y puerta. Esto provocaba que muchos personajes se quedaran en el limbo (como los que aparecen en Los 12, cómic de Marvel del que hablaremos en breve), no tenía mayor problema esta situación ya que tampoco había dado tiempo a crearle un universo propio y porque en aquel entonces las editoriales no trataban a sus héroes de forma conjunta y cada uno un poco por su cuenta y gloria.

Esta situación cambió y los héroes (familiares, secundarios y hasta los coches) comenzaron a pasearse por otras series y relacionarse unos con otros. Si Spider-Man se cruzaba con el Dr. Extraño estoy podía repercutir en la serie de los Cuatro Fantásticos y ocasionalmente incluso en las páginas de la Liga de la Justicia, si pasaba en el cross-over de turno.
Ahora si, si moría alguien entonces realmente era un shock. Los héroes no pueden morir, son los buenos que triunfan sobre el mal. Un villano puede morir y volver todas las veces que haga falta (si no ¿con quién se mete tortas el tipo de la capa que toque?): El Dr. Muerte o Lex Luthor han muerto y vuelto de la muerte como quien da un paseo por el campo. El problema es que esto se popularizó.

Tenemos que pasar por Gwen Stacy. Cuando murió este personaje impactó, era (como se ha dicho más de una vez) “el primer personaje que moría y te importaba”. La joven rubia era inocente, no era una persona con pijama, solo la novia de Peter Parker… y entonces el Duende Verde la mató o quizá fue Spider-Man al intentar rescatarla (nunca llegaremos a saberlo). Gwen Stacy era un inocente que se vio envuelta en un mundo de teóricos héroes y murió por culpa de ello, sin tan siquiera saberlo.
No, este personaje no ha llegado a resucitar. Pero ha tenido unos cuantos clones como para llenar un vagón de tren. No es volver de los muertos pero casi.

Ya que hablamos del Duende Verde tenemos un buen ejemplo. Norman Osborn murió por su propia culpa, en un intento de matar al hombre araña terminó siendo atravesado por su deslizador. Esto hizo que Peter y su amigo Harry se fueran distanciando, y que este segundo cayera en la locura llegando a sustituir a su padre como el temible villano, aunque sin tanto éxito.
Pero Norman Osborn volvió de entre los muertos. Resulta que la fórmula que le daba la súper fuerza del Duende igualmente le daba una regeneración (similar a Lobezno) que hizo se empezara a curar nada más morir. Todo esto no me lo invento, podéis comprobarlo en un unitario llamado Los diarios de Osborn, donde aprovechan para poner un poco de orden y explicar algunas de las incoherencias de los últimos años en la vida de Spider-Man (total… para que terminen haciendo lo que pacte con Mefisto, se podían haber ahorrado todo).

muerte_capitan_americaEl Duende Verde es uno de los más importantes enemigos de Parker y de muchos héroes en general, como hemos visto en los acontecimientos tras la Civil War. Llegó al punto de raptar a su pobre e inocente tía May, pero no sin antes suplantarla por una actriz y dejar que Peter y su esposa, MJ, pensaran que había muerto.
La situación es que durante la saga en que apareció la Araña Escarlata (el verdadero y después clónico Spider-Man), Tía May llegó al final de sus días causando esto un gran golpe en la vida de Spider-Man. Pero no fue así, alguien debió pensar que no podía seguir el personaje sin su eterna y dulce Tía, así que decidieron resucitarla de una forma (vamos a decirlo) un poco mala. Resultó que, acabamos de ponerlo, El Duende Verde la secuestró y entonces puso a una actriz en su lugar a la que había implantado una matriz genética (sea lo que sea eso) para que se volviera una réplica exacta de May Parker y así atormentar al joven héroe… yo debo ser idiota, pero creo que si hubiera matado a la de verdad sin más miramientos, le hubiera sentado peor.

Esto no se limita solo a Spider-Man o al universo de Marvel Cómics. Tenemos otros ejemplos como Jason Todd, el segundo Robin, en la familia de Bat-Man.
Todo esto vino en parte por la película del justiciero de Gotham, en la que no iba a salir el joven maravilla así que decidieron matarlo; o más bien que fueran los lectores los que dijeran si lo hacían y no, parece mentira que no conozcan a la gente… ganó el que debía morir, aunque no por demasiadas llamadas telefónicas.
Así que Jason Todd murió a manos del Joker. Abrió su cabeza como si de una calabaza se tratara (y según que lecturas y formas de entenderlo sugieren que además lo violó) y Bat-Man no pudo hacer nada para impedirlo, solamente recordarlo por siempre y hacer todo lo imposible para que jamás volviera a suceder.
Aunque durante años estuvo muerto, y fue una terrible espina en el corazón del murciélago, de pronto volvió en la saga Hush y más tarde supimos que todo era debido a SuperBoy Primo, que en su exilio en el limbo golpeó las barreras entre los mundos (yo me pregunto… ¿en el limbo dónde golpeas? Pero eso ya es otro tema) lo que permitió a Todd volver de entre los muertos.

Parecido es el caso de Bucky, el joven compañero del Capitán América. Este personaje murió en el mismo accidente que hizo que el Capi se congelara hasta nuestros días, aunque hace no tanto supimos que no era así exactamente. Bucky no murió y realmente no estaba en ese avión (solo un parte de su cuerpo, el brazo que después vimos no tenía); durante décadas fue un asesino bajo las órdenes del gobierno soviético, sin recordad el joven nada de su pasado, con el nombre de El Soldado de Invierno.
Este personaje volvió un poco de relleno, pero poco a poco ha ido mejorando y haciéndose un héroe con nombre propio (y algo más de hecho).

Super-Man murió. Peleó contra un villano muy malo y muy sacado de la manga que respondía al nombre de Juicio Final, en una de las historias más emotivas del mundo del cómic. Aunque al poco resucitaría; primero como cuatro personas distintas (SuperBoy, El hombre de Acero, Superman Cyborg y el último hijo de Krypton), dando lugar a unas historias interesantes y finalmente al esperado regreso del auténtico hombre del mañana, que todos suponíamos que iba a volver.

Son muchos los personajes que han muerto para volver a la vida, pero muy pocos los que se quedan sin tocar (tenemos la terrible muerte del Capitán Marvel en la que nadie se atreve a meter mano, más o menos) y a la larga esto cansa. Matan a Bat-Man ¿y qué? Ya nos suponemos que no será cierto, ya hay rumores sobre que liderará una liga de muertos con acceso al poder de la Linterna Verde; ya le partieron la columna vertebral y no le duró mucho. El Capitán América murió ¿y? al menos aquí fueron honrados y dijeron que lo volverían a traer desde el principio, pero que no sabían que iban a hacer hasta el momento que eso pasara.

Cierto es que si un héroe tiene éxito no puedes hacerlo desaparecer, pero estamos ya tan acostumbrados a que todo lo que pasa no tiene valía que en ocasiones estas cosas llegan a quitarle hasta gracia al tema de leer cómics de estos tintes.