18 abril 2024

El grupo vallisoletano Tuxedo están a punto de presentar su nuevo trabajo, su segundo disco. Lo harán el día 30 de Junio en el Museo Patio Herreriano de ValladolidPor el momento, ya han presentado algunos temas como el instrumental “Insurrecto” y el psicodélico “Silicio”. Para conocer más de lo que deparará este segundo disco de Tuxedo, hemos entrevistado a Guille Aragón, guitarrista y vocalista del grupo y componente de bandas como Arizona Baby o Cosmic Birds.

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En una primera escucha, en vuestro disco se aprecian algunos elementos muy claros: presencia muy marcada de guitarras, efectos sonoros cargados de psicodelia y la presencia de dos voces, una masculina y otra femenina cantando en castellano. Me gustaría que vosotros mismos hicieseis una pequeña descripción del disco para acercarlo a aquellos que aun no lo han escuchado.

Yo siempre he dicho que somos un grupo de pop. Para mí esa palabra tiene un sentido muy onírico, una idealización de la melodía. Nosotros buscamos la melodía. Provocar movimiento de caderas, palmadas y jolgorio es secundario, como secundario es el recipiente: más desarrollos instrumentales y contraste entre las voces que en el primer disco. El disco es un viaje, peor o mejor, en el que te puedes imbuir más o menos. Y sobretodo es lo que nos apetecía hacer.

Al final del cuarto corte “El Bosque”, el ritmo aumenta, el sonido se vuelve eufórico y se enrosca en una espiral. Otro de los temas con más ritmo es “Maracaná”. ¿Qué diferencia, desde vuestro punto de vista, a estas dos canciones del resto del disco?

Nuestra pedantería tiene un límite y nuestra languidez también. Por eso surgió el meterle un par más de revoluciones a la parte final de las dos canciones. El valor de una buena balada heavy de los 80’ es que tanto el grupo como los que escuchan pueden relajarse y apreciar el contraste con el resto del repertorio. En nuestro caso justo al contrario. Hemos dejado apretado un poco el acelerador en algún tema para que gane el resto. Además con semejante base rítmica podríamos reventar el metrónomo si nos ponemos.

En general, todo el disco rezuma psicodélia. ¿Qué referentes habéis tenido a la hora de grabarlo? ¿Algún grupo o disco en especial os ha servido de inspiración?

Les pedí a todos que me trajeran una lista de canciones molonas que pudieran servir de inspiración para el sonido y las de Ángel Román fue insuperable. En especial Ben Watt y Death Cab For Cutie, el contraste entre lo clásico y lo moderno. Las influencias de Javi (Infinite Now) y Fer (Dehra Dun) nos acaban de poner la banderilla psicodélica. Por lo demás hemos intentado no hacer el enésimo calco de Tame Impala (que nos gustan, por supuesto) y creo que lo hemos conseguido.

En cuanto a las letras de Tuxedo, la mayoría tiene una cierta abstracción, si bien, en “La Covatilla” se filtra la realidad. ¿De qué hablan vuestras canciones?

Las referencias autobiográficas son inevitables en las letras, o al menos a mí me cuesta eludirlas. Pero como bien dices en este disco hay bastante de situación actual tanto global como local. El Teatro del Alfoz es el caso más claro.

Guille, además de batería en un buen número de grupos como Arizona Baby o Cosmic Birds, en Tuxedo nos muestras una nueva faceta, como guitarrista y cantante. ¿Por qué has querido transitar este camino en este proyecto?

Supongo que cuando compones las canciones en casa malmetiendo con la guitarra, lo natural es que llegues al local y la toques, aunque en este caso casi todos mis compañeros son más duchos que yo con esto de las 6 cuerdas. Es bonito eso de ir haciéndote un sonido y sentirte capaz en otro ámbito, en mi caso fuera de la batería.

¿Qué planes de futuro tenéis pensado para Tuxedo? ¿Alguna fecha para presentar el trabajo en directo, además de la ya anunciada (30 de Junio en el Patio Herreriano de Valladolid)?

Nos gustaría plantearlo como en el disco anterior: pocos conciertos, en sitios agradables y en los que nos sintamos cómodos. Parece obvio, pero el hecho de que al programador le guste tu música facilita mucho las cosas y es de agradecer. Así ha sido en casi todas las salas y festivales en los que hemos estado. No tenemos nada concreto, pero Madrid, Galicia y varias ciudades cercanas están en el punto de mira. Lo más complicado no suele ser cerrar los conciertos sino cuadrar nuestras agendas.

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Foto: Imanol Villota

Como siempre que hablo con algún grupo de Valladolid, me gusta saber que opinión tenéis del panorama musical de la ciudad y de las posibilidades de tocar en directo en la misma.

El panorama es vastísimo. Las escenas punk metal y folk llevan mucho tiempo ahí, pero en lo que nos queda más cerca están surgiendo híbridos muy interesantes de estilos anglosajones con folklore y rock en castellano. Nos queda acercarnos un poco más los unos a los otros, querernos más. Muchas iniciativas no llegan a donde podrían llegar seguramente por un afán individualista. No sé si va en el carácter castellano o es que nos pasamos de rosca con lo de ser indies. Aún así en la gente más joven se ve un espíritu más aglutinador, de lo cual me alegro y mucho. En cuanto a las posibilidades de tocar en directo, también cal y arena. Sí hay nuevos rincones, amparados en la falta de aplicación temporal de una legislación que nos ha traído de cabeza, pero todavía no con los medios suficientes o fácil acceso en todos los casos. Seguro que todos podríamos aportar un poco más.

Por último, me gustaría que nos recomendaseis algún disco publicado recientemente que os haya atrapado y/o sorprendido y no podáis dejar de escuchar.

Hablando por mí, lo que más me ha impactado en 2016 ha sido el Blackstar de Bowie. Un disco de rabiosa actualidad sin desmerecer las canciones que las tiene, y muy buenas.