Escuchar el quinto álbum del británico Ghostpoet es todo un ejercicio de inmersión en la belleza y en la creatividad absoluta. Si las miradas apuntaban fijamente al nuevo disco de Obaro Ejimiwe tras su nominación a los Mercury Prize, aún seguirán ojipláicas ante tan magno trabajo. Y es que en ‘I Grow Tired But Dare Not Fall Asleep’ el artista sigue haciendo virguerías mezclando géneros que van desde el emocore al dark-ambient pasando por la electrónica, el post-punk arty y el space-rap distorsionado. No hay una etiqueta evidente, tampoco creemos que la esté buscando. Originalidad, ida de olla y trabajo de ebanistería y ensamblaje perfectamente articulado. Producido por él mismo, ha tratado de dar el golpe de efecto que aún le faltaba en sus anteriores entregas, dando por sentado que aún no ha llegado el momento en el que definir uno de sus discos como el ‘gran’ disco, vista la trayectoria que lleva, nos lo creemos.
Sus más de seis minutos de presentacion son suficientes para rendirse y ‘no atreverse a caer dormido’, incursión en la falsa felicidad, en ese vivir para morir, en la búsqueda del descanso para despertar ante lo que nos rodea, el sentimiento de desasosiego, la melancolía...Just get out / Out means out /means out / means out/ means out/ means out.
Eclecticismo, oscuridad inherente, futuro apocalíptico antes del Covid, el originado por las desigualdades, los politicos de turno, el Trumpismo y las vidas sin valor. Cicatrices que van haciendo callo en una sociedad que las maquilla a golpe de selfie y filtros de gatitos. Aún quedan trovadores como Ghostpoet para arremeter contra todo ésto portando una voz justicera.
