Surgidos en Bergen (Noruega) comenzaron hacia 2004 como un grupo de cachondeo formado por hasta ocho músicos que llevaban la fiesta allí dónde aparecían. En seguida captaron el interés del público indie quien les aparejó con los Twoo Door Cinema Club y les adoptó como uno de sus divertimentos favoritos para entretenerse cuando no devoraban otras bandas presumiblemente “mayores”.
Pero los noruegos sin complejos y sin pretensiones iban a lo suyo, a componer a grabar discos – los notables “Hest” (2011) y “Six Months Is A Long Time” (2013) – con los que crecían y jugaban con las mezclas de sonoridades (synth pop, new wave, indie, ritmos africanos,…). Ahora, con mas de diez años a la palestra han querido pulir su sonido y no miran tanto a las pistas de baile y si mas en los climas melancólicos, las guitarras ambientales y los coros pluscuamperfectos dignos de tierras mucho mas soleadas que las suyas. Y dan en el clavo.
Si bien las melodías contagiosas no desaparecen, como tampoco el uso de ritmos y secuencias del sinte, se relajan con climas que encajan en los atardeceres veraniegos perezosos.
A destacar la bailonga “Change” y su estribillo letal, el single “Galapagos” (¿Avi Buffalo?), la balada de corte clásico “30 Days”, el preciosismo de la dinámica “May God” o el de la perezosa “Superwoman”. También “Young You” y “Fool” delicadas secuencias rítmicas muy bien producidas. Mas cañeras son “Language” o “True”, mientras que el reaggae nórdico lo trae “No Cure”.
Interesante disco de una banda a reivindicar.
Hace dos años los escuche en el festival SOS 4.8 de Murcia y en directo me sorprendieron mucho, los recomiendo totalmente.