18 abril 2024

Hace un mes Kurt Vile publicaba su sexto album de estudio, b’lieve I’m goin down. Aprovechando que tiene dos fechas en noviembre en nuestro país (22 Apolo, Barcelona y 23 Penélope, Madrid) repasamos su carrera y analizamos su último trabajo.

Con 14 años empieza tocando el banjo y con 17 años publica su primera cinta a través de Drag City. En 2003, con 23 años, conoce a Adam Granduciel y dos años mas tarde forman The War On Drugs. El primer disco de The War On Drugs, Wagonheel Blues, se publica en 2008, a la vez que el primer disco de Kurt en solitario, Constant Hitmaker. Como curiosidad, mientras giraban en Europa como The War On Drugs, Kurt Vile era el telonero de los conciertos. Al terminar dicha gira, Kurt abandona The War On Drugs para centrarse en su carrera en solitario. A partir de ahí, siguen sendos álbumes de estudio: God Is Saying This To You (2009), Childish Prodigy (2009), Smoke Ring for my Halo (2011) y Wakin on a Pretty Daze (2013).

02. kurt-vile

A finales de septiembre se publica su último disco, b’lieve I’m goin down. Con un sonido limpio y una producción muy cuidada, nos encontramos ante una mezcla de canciones folk, country o new wave pero siempre con un poso rock pero de un formato íntimo y algo melancólico. A diferencia de trabajos anteriores, el banjo y el piano han ganado peso y podemos disfrutarlos a lo largo del disco. El disco se compone de 12 pistas, con una duración total de 62 minutos. Encontramos canciones de más de 6 minutos (That’s Life, tho (almost hate to say), Wheelhouse y Lost my Head There) “Bad Omens”, de casi 3 minutos. Me gustaría destacar 3 canciones.

“I’m an Outlaw” es una canción lenta que empieza con un banjo, que predomina durante toda la canción. El banjo pega perfectamente con el título de la canción, ya que se podría traducir como “Soy un forajido” o “Soy un fugitivo” (muy western la verdad). El resultado es una balada country-folk con una letra única: soy un forajido/fugitivo al borde de la auto explosión solo en la multitud en una esquina , con mi walkman en mi bola de nieve, yendo lentamente a ninguna parte.

“Pretty Pimpin’” es el single del disco y seguramente sea la canción que más habrás escuchado en los medios. Trata sobre un momento de confusión existencial enfrente del espejo del baño (más de uno hemos sufrido eso un sábado o un domingo por la mañana). La canción va in crescendo a medida que pasan los minutos: principio prácticamente acústico seguido de sonidos eléctricos para terminar incorporando sintetizadores. Equilibro perfecto.

“Dust Bunnies” incorpora un Wurlitzer, que le da un aire muy cálido. La letra es de lo más original que he podido oir en mucho tiempo: quizás pienses que es divertido que tenga un dolor de cabeza como una aspiradora tosiendo conejitos de polvo. Me viene a la cabeza el momento de confusión existencial mencionado unas líneas más arriba… ¿Alguna vez os habían descrito una resaca así?

El resto del disco es una sucesión de canciones que perfectamente podrían haber sido grabadas en un estudio en casa. No olvidemos que Kurt Vile empezó grabando en su casa, así que tenemos enfrente a un artista lo-fi que, aunque grabe en estudio, sigue fiel a sus orígenes.

En definitiva, no te deberías perder su concierto en Barcelona o Madrid, no siempre tenemos la oportunidad de ver a un artista de la talla de Kurt Vile al lado de casa.