28 marzo 2024

Nada más escuchar sobre este libro fui a la librería a comprármelo. Llegué y pregunté a uno de los libreros, éste me llevó a la sección de autoayuda, en la planta de abajo. Yo sonreí. Le dije que no, que me llevara a la estantería de Anagrama.

La Vida: Instrucciones de Uso (1978) podría estar perfectamente donde se encuentran los puzles (en algunas librerías los hay), porque no deja de ser eso: un puzle de infinitas piezas. La descripción de un edificio, de cada planta, de los objetos que se encuentran en cada habitación, de las personas que habitaron y habitan cada una de esas salas; y esas personas, esos objetos te llevarán a historias (historias dentro de otras historias, lo que mejor sabe hacer el gran Paul Auster); historias hermosas, cómicas, trágicas, románticas; asesinatos, batallas y amores imposibles.

Nunca me gustaron los libros descriptivos, hay que ser muy buen escritor para hacer un buen libro en el que la descripción abunde más que la acción; pero a Perec le sobra sentido del humor y estilo para ello.

Considerado uno de los mejores libros de la segunda mitad del siglo XX, La Vida:Instrucciones de Uso es un homenaje a El Manuscrito Encontrado en Zaragoza de Jan Potocki y este a su vez a Los Cuentos de Canterbury o Las Mil y Una Noches y estos a su vez al Decamerón de Bocaccio…

Con multitud de citas a Calvino, Sterne, Joyce, Borges, Stendhal o Navokob, con un anexo al final del libro (muy necesario) para ayudar a la comprensión, como el Ulises o La Colmena; Perec crea un libro redondo, infinito, con millones de recovecos, con risas a carcajadas y un sentido estético perfecto.

Texto: M. Sierra Ramos Castro

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