Desde Notedetengas hemos hecho, como cada año, nuestra selección con los mejores discos nacionales de 2016. Se nos han quedado muchos fuera, pero estos son los diez que más nos han gustado.
2- León Benavente
León Benavente siguen acumulando carteles de sold out con estos nueve cortes producidos por ellos mismos. Con un sonido directo y cada vez más personal y letras que no llegan al cinismo ni a la prepotencia, pero casi.
Away- Hola a Todo el Mundo
Tras una bellísima y florida portada se esconde uno de los mejores discos nacionales del 2016 .Baterías rotundas, capas de sintetizadores, deliciosos juegos de voces y una estética muy cuidada, envuelven los diez temas que componen Away, el último disco de Hola a Todo el Mundo.
Dos Amigos – Modelo de Respuesta Polar
El avance de Borja y los suyos ha sido innegable, sus letras calan hondo, sus melodías purifican, su sinceridad abruma y nos hacen partícipes de vivir sentimientos sin miedo a fracasar. Dos amigos ha supuesto un punto de inflexión en la carrera de la banda, un reconocimiento que sin duda les relanzará en el nuevo año al olimpo. A camino entre la poética de cantautor y el estribillo para masas cocinan al dente canciones para demoler el corazón,innegable triunfo.
El Peor Grupo del Mundo – Sidonie
Sidonie vuelven al pop, después de varios trabajos que se acercaban más a otros estilos. Un disco en el que citan muchas de sus influencias de manera explícita, sencilla y directa. Un disco que cautiva desde la primera escucha y que es merecedor de estar entre los mejores discos nacionales del 2016.
Fruta y Verdura – Espanto
Valga el oxímoron: el último disco de Espanto es una maravilla. En él, el dúo riojano nos ofrece una obra conceptual sobre la vida en la naturaleza y todo lo que ello entraña: desde la burocracia que la hace posible (es en “La Selva” donde más se nota la mano de sus productores, Hidrogenesse) hasta, incluso, el riesgo encontrar la muerte (en el desternillante y evidente hit “Atravesado por un rayo”). Por lo demás, las canciones de Fruta y verdura son muy frescas y sabrosas. Los guitarrazos glam de “Lágrima de glitter” y el boogie-boogie de la estupenda “Insecto” hacen el contrapunto perfecto a las preciosas y tristes “Morirás” y “Ritual de iniciación”. Con la rousseauniana “Mal salvaje” y la brillante y pulida “Diamantes” descubrimos, además, que estas frutas tenían mucho más jugo de lo que en un principio parecía. Los médicos recomiendan consumir cinco al día para evitar enfermedades del corazón.
Lluvia y Truenos – The New Raemon & McEnroe
Este es el resultado de una mezcla perfecta; la de Ramón Rodríguez (The New Raemon) y Ricardo Lezón (McEnroe). Una amalgama de letras emotivas y melodías incansables que se cuelan en el sistema circulatorio y acaban clavadas en el corazón. La unión de la belleza compositiva y las certeras segundas voces enmascaran la rabia de “Malasombra” y “Espantapájaros” y realzan la emotividad de “La Carta” o “Gracia”. Sin duda, uno de los mejores discos nacionales del 2016.
Me mata si me necesitas – Quique González
Respaldada por detectives con pistola, Quique González ha perfilado un álbum certero, estoico y consciente de su peso. Cargado con el polvo sobre el parabrisas al pasar por la nacional 634 o franquear La Vega de Pas. Herido de derrotismo y pérdida. Como despertarse con la tripa revuelta y las piernas temblando.
North – Morgan
Un debut que no es fácil acertar que lo es. Elegante y envuelto en coros e instrumentos precisos y cuidados. La voz de Carolina de Juan, Nina, oscila de la fragilidad de salir a tocar descalza y con la cabeza baja a una fuerza que silencia teatros enteros. Los dos polos de un imán.
Oferta – Las Bistecs
Ya sólo por verlas lucir palmito en los balcones de los hoteles más casposos de la geografía se merecen estar en el top, pero si analizamos temas como “HDA”, “Cosas Negra”s o “Señoras Que” no podemos sino rendirnos ante unas de las líricas más ácidas y más pegadizas de los últimos años. Electrónica para el morbo, desenfadada crítica y electro disgusting como nueva etiqueta que ya copiará en breve Pitchfork.
Voces – El Último Vecino
Una maravillosa colección de canciones es lo que contiene el segundo disco de El Último Vecino, Voces. En total, treinta minutos exactos de un dream-pop tan exquisito como poco preocupado por enmascarar sus fuentes, que se hacen evidentes en temas como “La noche interminable”. En efecto, recuerdan mucho a The Smiths. O a The Drums imitando a The Smiths: Gerard hasta se mueve -y se viste- como Jonny Pierce -puestos a copiar, copiemos a los mejores-. El sello personal lo aportan, y de qué manera, unas letras fabulosas, pura poesía, como las de “Una especie de costumbre”, “Mi escriba” o “Mi amiga salvaje”