Una fiesta universitaria con animadoras y jugadores de fútbol americano alcoholizados. A unos metros, cuatro estudiantes de Derecho discutiendo cómo deshacerse de un cadáver y del arma del crimen. Alumnos todos de Annalise Keating (interpretada por Viola Davis), abogada penalista.
Son los primeros minutos de ‘How to get Away with Murder’ o ‘Cómo defender a un asesino’, nuestra recomendación de domingo nublado. Serie de la que es responsable Shonda Rhimes, creadora asimismo de ‘Anatomía de Grey’ y ‘Scandal’.
Montada a base de flashforwards y flashbacks, intercala en cada capítulo el caso de una chica desaparecida, estudiante de matrícula y parte de una hermandad, con los que llegan a manos de Keating y sus protegidos. Tan temida como idolatrada, ella; prepotentes y enfermizamente competitivos, ellos.
La primera temporada contó con quince episodios. El 24 de septiembre se emitió la primera dosis de la segunda.
Para los escépticos, paso a enumerar razones. Los giros de guión son casi continuos; a base de adulterio y una irónica ausencia de respeto por la ley. Viola Davis se llevó hace unas semanas el Emmy a Mejor actriz principal de serie dramática, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en hacerlo. También una de las víctimas potenciales de asesinato en la propuesta de la semana pasada, ‘Scream Queens’, es seguidora de la ficción.
Pero para muestra, un botón:
