La vida ha cambiado. El hombre casi ha desaparecido, pero seguimos aquí. Debemos sobrevivir, es importante. Las máquinas no pueden ganar, no pueden arrebatarnos lo que es nuestro, no pueden quitarnos nuestra humanidad. Debéis luchar. Si estáis oyendo esto
Sois la resistencia.
Soy John Connor.
En la primera película de Terminator una de estas terribles máquinas vino desde el futuro (al año 1984) para matar a Sarah Connor, una camarera que será la futura madre del líder en la resistencia contra SkyNet en la guerra con las máquinas. Pero también vino un soldado para protegerla, un hombre llamado Kyle Reese que se convertiría en el padre y que daría su vida para proteger a la joven. En la segunda parte John Connor es un adolescente problemático que será perseguido por un nuevo modelo, T-1000, y lo protegerá el que anteriormente perseguiría a su madre. El perseguidor ahora pasaba a ser amigo, aliado y un miembro más de la familia.
Para la tercera película tenemos a un Connor con unos 10 años más, que debe vivir siempre en el anonimato, sin tener apenas relación con nadie ya que en cualquier momento pueden llegar más robots y no debe poner en peligro su vida ni la de nadie más. Y lo había logrado, del futuro llega el más avanzado T-X con la intención de eliminar a los que seguirán al joven en la guerra, hasta que su camino se cruza con el suyo volviendo a su objetivo principal; por suerte en el tiempo también ha viajado un T-850 para evitar que muera.
Al final de la tercera entrega vimos el día del juicio final. John Connor creía que lo había evitado pero es algo imposible de hacer, por eso la misión de los robots siempre había sido protegerlo, debía sobrevivir a toda costa para poder salvar a la humanidad en el futuro; un futuro en el que ahora nos encontramos. La cuarta entrega de la película nos lleva hasta el año 2019 en plena guerra con las máquinas. John Connor es un importante miembro de la resistencia (aunque no el primero al mando), en parte por su conocimiento del enemigo (recordemos que lleva huyendo de ellos desde antes de nacer), aunque no está de acuerdo en todas las decisiones que se toman desde el centro de mando y que han provocado la muerte de todos sus hombres en una misión. Todo se complicará más cuando se cruce con Marcus Wright, un hombre que aparentemente murió hace más de diez años y que misteriosamente ha aparecido en un futuro que es totalmente desconocido para el, pero que puede decirle donde encontrar a Kyle Reese que ha sido capturado por SkyNet.
En mi opinión es una secuela digna. Mejor de lo que fue la tercera parte, pero ninguna logra llegar al nivel de la segunda. El problema es que al principio se hace lenta y quizá es por la necesidad de presentarnos a los personajes y explicarnos lo que estamos viendo. Es cierto que es una continuación pero hasta el momento del apocalíptico futuro solo habíamos tenido pequeñas visiones y había mucho que contar. Las maquinas habían ganado, eso lo sabíamos, pero en lo que se había teníamos retazos de cómo vivía la resistencia, del aspecto de algunas naves de batalla, vagas referencias a los modelos anteriores al T-800, una cicatriz en la cara de un John Connor adulto pero realmente no sabíamos nada. No había un porqué o una explicación.
En la primera parte Kyle Reese llega desde el futuro, es un soldado de la resistencia y no hace falta que sepamos más, pero en esta ocasión hay que presentar más en profundidad al personaje y como terminó siendo parte del equipo del que llegaría a ser hijo. Lo mismo pasa con la resistencia y su forma de operar, sabíamos que existían y que se enfrentaban a las máquinas pero realmente nunca se pasó de esos pocos detalles. Han pasado unos 10 años desde que cayeron las bombas lanzadas por SkyNet y nos encontramos en un futuro desconocido para nosotros, igual que para Marcus Wright que será nuestro guía a lo largo de la película, aunque ya supiéramos la verdad que escondía y que se revelaba en el trailer.
Tras toda la presentación del principio, que ya he dicho se hace algo lenta y en más de un momento tienes la sensación de que no pasa nada (y de estar viendo Bat-Man Begins), la historia de un giro al descubrirse que Marcus Wright es realmente un Terminator (algo que ya sabíamos por el trailer) y John Connor deba aliarse con el en la guerra con las máquinas, aunque desconfíe totalmente ya que sigue siendo un Terminator por muy humano que crea ser.
La historia cumple con lo que prometía el trailer. Corta con lo anterior de la saga y comienza una nueva serie de aventuras ya ambientadas en el terrible futuro del que nos habían hablado. La idea de usar un robot que se crea humano es un buen cambio respecto de las otras películas, aunque ya explicamos que era un recurso que venía de lejos y no era precisamente novedoso en la historia, aunque si en las entregas cinematográficas.
No creo que haga falta hablar de la actuación de Christian Bale, ya que está a la altura de lo acostumbrado en este actor. Sam Worthington como Marcus Wright cumple aunque en algunas ocasiones la actuación parece algo forzada, pero intuyo que no debe ser fácil hacer un robot humano. Mi sorpresa fue con la aparición de Michael Ironside como un General de la resistencia, un superior de Connor en concreto, que como siempre hace que la película gane puntos en sus pocas apariciones. Bryce Dallas Howard interpreta a Kate, la mujer de Connor, en un personaje que realmente no termina de aportar nada a la historia y que creo sobra en más de una ocasión aunque la actriz interprete correctamente su rol de apoyo del atormentado Connor. Y aunque no la veamos en ningún momento de la película, hay que decir que es un detalle muy cuidado el que Linda Hamilton sea la voz que oímos en las cintas que Sarah Connor dejó a su hijo, y que en nuestro país es María Luisa Solá al igual que en las anteriores películas.
Terminator Salvation es una película simplemente para entretenerse. Vemos lo que prometían, un futuro terrible donde los humanos y las máquinas pelean en una guerra a la que le quedan muchos años para terminar (así se aseguran las secuelas que todos sabremos habrá). Plagada de referencias a las anteriores como los T-600, el cameo de un muy conocido T-800 y otros tantos detalles que van dirigidos a los fans de la saga, pero también es una nueva historia que podrán seguir los que no conozcan lo anterior ya que comienzan una nueva serie de películas.
No esperéis encontrar un Terminator 2, esa solo hay una. Es mejor que la tercera (al menos en mi opinión) pero se aleja bastante de las anteriores para dejar clara su intención de ser una nueva saga.
Terminator Salvation, aquí empieza el principio del fin.
Tu y yo estamos en guerra desde antes de que ninguno existiera.
