Acompañando a los 4 magníficos, estaba el productor de su nuevo disco, un carismático Italiano cuyo nombre no recuerdo en estos momentos que reventó las paredes del españa con sus growls y jungle sounds a la trompeta utilizando varias sordinas dando color a todas las piezas en las que intervino (la mayoría). Como dije anteriormente, la voz de Nacho Luri proporcionó a los temas cantados la pizca que les faltaba para hacernos creer que realmente estábamos en uno de esos clubs presenciando a una banda de la época.
En definitiva, uno de los grupos con mayor compenetración que he visto en el escenario, se lo pasan bien, nos hacen pasarlo bien, y con una calidad musical impresionante en global. De nuevo, el principal “pero” de la noche fue la escasa respuesta del público vallisoletano, no éramos más de 40 personas en la sala… una pena, la verdad… una pena…
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