A pesar de que las giras de The Cynics por nuestro país son bastante frecuentes reconozco que nunca había cruzado mi camino con el de la banda de Pittsburg, algo extraño si tenemos en cuenta mi afición por la burgalesa sala Estudio 27, auténtico lujo de programación y cercanía en nuestra región, donde esta creo que era ya su cuarta visita.
Si que había leído sin embargo crónicas del buen sabor que dejan los americanos entre los asistentes a sus shows y una vez vivida la experiencia Cynics en primera persona solamente puedo aseverar todos los buenos comentarios que les preceden.
En Burgos, y ante cerca de un centenar de personas, pusieron en marcha la primera fecha de una extensísima gira por nuestro país (14 ciudades diferentes) con un antológico concierto lleno de entrega y excitación ante una audiencia que respondió con entusiasmo y sin dejar de bailar durante la hora y media que permanecieron sobre el escenario presentando su nueva obra Spinning Wheel Motel, que está acogiendo una críticas soberbias, y que supone la continuación a su disco de 2007 Here We Are que fue grabado en España durante su anterior tour bajo la producción de Jorge Explosión.
Con el retraso que nos tiene acostumbrados la sala, en este caso fueron hora y veinte sobre el horario anunciado (para que luego nos quejemos de las jugarretas de Axel Rose), saltaron a escena estos reyes del garaje americano para acompañarnos en un viaje lisérgico que nos condujo a una especie de guateque sideral que puso a todos a bailar y que me trajo a la cabeza el cruce imposible entre los Stones más sesenteros y ácidos, con todo el savoir affaire del Mick Jagger más pasado de vueltas que representó Michael Kastelic a las voces, que tan solo necesitó dos canciones para abandonar el escenario y empezar a saltar y bailar entre la audiencia, los Stooges más rudos y crudos y las bandas de punk con los Pistols en primer plano y los Kinks como banda de cabecera.
Y menos mal que empezaron algo más tranquilos y profundos ya que en cuanto la genialidad de Gregg Kostelich a la guitarra empezó a escupir riffs incendiarios todo se embruteció y entonces a Kastelic ya le sobraba el pie de micro, que expulsó de manera definitiva del escenario en el segundo tema, y tuvo que ocupar sus manos con su colección de harmónicas, maracas, panderetas o cualquier instrumento que le sirviera para demostrar su provocativa chulería y nos hiciera bailar mientras enlazaban los temas sin ninguna pausa y empezaban a tirar de clásicos como Last Time Around, Cry Cry Cry, Yeah, Now I´m Alone y entremezclarlos con algunas de sus nuevas composiciones que no desentonan junto a ellas, especialmente un temazo como Zombie Walk además de Junk o I Need More para terminar con una versión del clásico Gloria que más tenía que ver con los Doors más anfetamínicos e hipnóticos que con los Them y que obligaron al grupo a salir a escena un par de veces más y a los presentes a asaltar el puesto de merchandising en busca de un vinilo o una camiseta para llevarse a casa como recuerdo de una noche impresionante.
The Cynics son una máquina de rock en directo, no me los volveré a perder cuando se acerquen de gira. Aún quedan muchas fechas por delante, consulta a ver si pasan cerca de tu casa
MARTES 7 Murcia SALA MARIANO
JUEVES 9 Logroño BIRIBAY JAZZ CLUB
VIERNES 10 Bilbao KAFE ANTXOKIA
SABADO 11 Gijón TEATRO ALBENIZ
LUNES 13 EL GRAN CAFÉ
MARTES 14 Ponferrada EL COCODRILO NEGRO
MIERCOLES 15 Orense ROCK CLUB
JUEVES 16 Ferrol CENTRO CULTURAL TORRENTE BALLESTER
SABADO 18 Tomelloso BEAT
