Unos Arcade Fire que ya no gritan

El pasado verano hice algo de lo que me arrepiento, prometo que a partir de entonces he sido bueno, pero lo hecho, hecho esta; en un niños no hagáis esto en vuestra casa me entró prisa y casi sin tiempo para paladear en su justa medida cada uno de aquellos trabajos que tan recelosamente había guardado para cuando haya tiempo, y me oí la ristra de discos que tenia almacenados en las entrañas de mi pc. Creedme que eran unos cuantos.

Una de las paradojas de nuestra época: podríamos ser la generación mas cinefila, melómana,… de las muchas que han existido en este país, gracias a la democratización/acceso a la cultura, pero sin embargo y ante tanta abrumadora oferta la gente genera un profundo caso de deficiencia de atención. O de pasotismo, no se que es peor. Curioso.

Como iba contando la pila de discos sonaban uno tras otro, en continuo y valiente avance en una sola dirección. Pero al paso de los discos y horas de escucha –y tb las de no escucha- una colección de canciones no dejaban de venirme a la mente, tarareaba comiendo, yendo a la biblioteca, en el gym, en el bar,… Que disco había conseguido sobresalir de manera tan suprema al resto, cual tenia ese algo que te emociona, te levanta con una sonrisa de la cama cada día, y te hace pensar que la vida es maravillosa??

Funeral.

Este disco tiene algo encerrado: temor, el amor, odio, frustración, esperanza, o pasión desbordada, sea lo que sea lo hace grande, un discazo que gana con las escuchas y que pese a todos los cánones yo tildo de CLASICO, con todas sus letrazas, y no pienso retractarme.

Pero hoy estamos aquí reunidos para escuchar la sagrada palabra de la Biblia de Neón.

Neon Bible es el segundo regalo de estos canadienses al mundo, pero era necesario por lo que supuso referenciar al grandioso Funeral, que ahora, tres años después pesa como una losa ante cualquier acercamiento a este disco.

En líneas generales su particular sonido se ha mantenido: la mezcla de esas melodías con instrumentos que van desde violines, violas, violonchelos, pianos, acordeones o xilófonos es el fuerte del disco. Aunque ahora desarrollan algunas composiciones algo mas oscuras y también algo mas elevadas, gracias a la inclusión de coros y del órgano.

Todavía se resuenan ecos de esa suerte de crescensdos contenidamente pasionales que tanto me sorprendieron del Funeral, y consiguen que tengas la irrefrenable necesidad de elevar el estéreo a niveles mas allá de los que tus vecinos consideran recomendables al tiempo que te dejas llevar por el ritmo que te sobrepasa.

Y todo esto sin estridentes solos de guitarra acompañados de un bajo machacón y una batería excesivamente machacante; solo con su melodía y su voz. Increíbles.

Una cosa que se agradece muchisimo es que ya no solo canta Win Butler y Régine Chassagne se asoma timidamente, sino que su dulce voz esta mas presente ahora; por ejemplo en el maravilloso dueto de Black Waves/Bad Vibrations teñido de una oscuridad que hace que el maravilloso contraste refuerce la melodia.

Aunque también tiene sus momentos alegres e incluso mágicos: Keep The Car Running, No Cars Go o la poderosa The Well And The Lighthouse son los tracks mas alegres del disco, mientras que por otro lado luce esa parte oscura, de la que podíamos elegir My Body Is a Cage donde salen a relucir cosas como los coros y el órgano que antes comentaba.

Resumiendo estas antes un disco estupendo, quizás no es Funeral ni una continuación del mismo, y vale que yo preferiría algo mas de luz y griterío (a propósito del titulo, que fue una de esas cosas que me llevaba rondando la semana entera) pero es un disco excelente.

Larga vida a Arcade fire!

Por cierto, no soy el habitual del lugar, el hamijo vito me ofreció un pase e intentare colaborar con artículos sueltos cuando tenga tiempo, que últimamente viene siendo menos del que me gustaría. Saludos!