29 marzo 2024

Este viernes, 16 de Junio saldrá a la luz Siboney, el nuevo EP de Ángel Stanich. Cuatro canciones para cerrar una etapa y abrir otra nueva.

Ángel Stanich presenta Siboney, un EP que servirá de aperitivo de su próximo álbum cuyo lanzamiento está previsto para el mes de octubre. Ninguno de esos cuatro temas formarán parte del segundo trabajo de Stanich, que tomará el relevo del Camino Ácido con el que debutó en formato álbum en 2014.

El pasado viernes, 9 de junio, Stanich presentó un adelanto de Siboney. Un Día Épicoha sido la primera aproximación a este EP que servirá de puente entre el final de un ciclo de más de tres años presentando por todo el país Camino Ácido y una nueva etapa protagonizada por el nuevo trabajo que verá la luz tras el verano.

Los cuatro temas que conforman Siboney delatan en parte la evolución de Ángel Stanich. “Un Día épico” y “Mañana” navegan entre la acidez literaria -sello de marca Stanich- y sus nuevos territorios. Junto a ellas, completan el EP “¿Quién Ha Elegido Muerte? y “Señor Tosco, dos canciones cuyo perfil “realista” se escurre del guión alucinado del cantautor. La primera, un desnudo homenaje a las protest songs de los primeros 60’s (Phil Ochs, Bob Dylan, etc.), y la segunda, un mordaz mosaico de la “tertulianía” mediática imperante con dardo personalizado…

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Os dejamos, a continuación, la interpretación de Siboney por Marc Ross de Sidonie

CARTA DEL PRESIDENTE A ANGEL STANICH

Excelentísimo señor Stanich:

Muy cordialmente me dirijo a usted para informarle de que mi equipo de gobierno y yo ya hemos escuchado su nuevo EP titulado “Siboney” que tan amablemente nos hizo llegar. Lamento profundamente informarle que estas cuatro canciones no pueden publicarse en su forma actual. Reconocemos en ellas su ya conocida destreza en crear paisajes sonoros así como la cualidad cinematográfica que ilumina toda su obra precedente, pero en sus palabras y en su voz detectamos una serie de mensajes que podrían ser una nefasta influencia para nuestra juventud.

Sr. Stanich ¿se encuentra bien? Usted mismo reconoce en uno de sus versos que tiene problemas médicos debido a una intoxicación. Nada me perturbaría más que saber que su salud se encuentra en peligro. Si me permite, le puedo mandar a mi médico personal, un hombre discretísimo que le puede proporcionar todo tipo de remedios: eso sí, haga como yo y no pregunte demasiado.

Noto su voz más llena de hienas y polvo que de costumbre, parece un desierto subsahariano. Algo tendrá que hacer para salir de este bancal, haga cosas, no se quede quieto ¡váyase al fútbol Sr. Stanich! ¡Cómprese una bonita corbata y aféitese!

¿Ha pensado usted en presentarse a uno de esos concursos musicales de televisión? A mi señora y a mi nos encanta escuchar a esas voces tan sanas y llenas de luz y no puedo evitar pensar con orgullo que el futuro de nuestro país está en buenas manos. Si quiere, el señor de cultura (perdóneme, ahora no recuerdo su nombre) podría mover los hilos que hagan falta para que se ganara la simpatía del jurado. Allí podría educar su voz, mejorar su expresión corporal y adecentar su imagen que últimamente parece salida de una película de presidiarios.

Finalmente me gustaría poner el foco en su lírica ¿tan difícil es escribir una sencilla canción de amor? ¿Por qué pone tanto empeño en clavarnos su lanza verbal desde la montaña? La gente normal quiere emocionarse escuchando un verso en el que la palabra “piel” rime con “miel”. Ya sabe usted que me gusta dar largos paseos andando. Durante estas agradables caminatas compongo mentalmente alguna rima que otra que, modestia aparte, han sorprendido a más de uno. Si le interesa podría mandarle algún poema para que usted lo musicara ¿se imagina? Deje en paz a Gila, no hable del juicio final y olvide todo este asunto de los Siboney ¿Acaso desea usted despertar al viejo monstruo?

Mire usted señor Stanich, quizás nuestro país sea de pandereta pero aquí la gente es muy feliz sino no me seguirían votando. Sigo pensando que es usted uno de nuestros artistas con más talento. Vuelva al camino recto, evite las malas hierbas y las malas compañías y verá como todo vuelve a la normalidad ¿no era usted el que cantaba aquello tan conmovedor?

“Quiero ser tu medicina, tus silencios y tus gritos

Tu ladrón, tu policía, tu jardín con enanitos?”

Conocedor de sus cualidades y bondades de carácter, estoy seguro de que usted reescribirá estas canciones usando una voz menos hiriente y por ello le anticipo las gracias más cordiales.

Esperanzado en que me escuchará en mi petición, sin otro particular se despide de usted.

                                                        Muy atentamente

                                                         EL PRESIDENTE

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