19 abril 2024

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THE DAY THE EARTH STOOD STILL (Estados Unidos 2.008, 103 Minutos, Ciencia-Ficción)

Dirección: Scott Derrickson.
Guión: David Scarpa.
Reparto: Keanu Reeves, Jennifer Connelly, Kathy Bates, Jaden Smith, Jon Hamm, Kyle Chandler, Robert Knepper.
Fotografía: David Tattersall.
Música: Tyler Bates.

Valoración: 5/10

Sinopsis: La aparición de unas misteriosas esferas provenientes del espacio exterior en las principales ciudades del mundo, desata el caos en todo el planeta. De una de ellas llega a Nueva York Klaatu, un extraterrestre con aspecto humano que porta un importante mensaje. Sin embargo, las reticencias de la humanidad no harán fácil su misión. Para llevarla a cabo, confiará en Helen Benson, una investigadora científica que intentará averiguar el auténtico objetivo del alienígena.

Crítica tras el salto.

Crítica: La inocencia por definición, es sencilla y no entiende de complicaciones. Es una virtud que hace percibir las cosas carentes de problemas visibles y, por tanto, concede al que la porta una aparente sensación de felicidad. Que en los 50 tanto el cine como la sociedad, era más inocente -alguno dirá ignorante- es un hecho que pruebas como Ultimátum a la Tierra logran sustentar. Aquel filme del 51, hecho con una inocencia abrumadora, estaba cargado de buenas intenciones y tenía, como única meta, concienciar al espectador sobre una problemática perenne en la cultura humana. La violencia, el terror a una nueva guerra y la nada alocada sospecha a una posible contienda nuclear, motivaron en parte el mensaje de aquel filme, hoy considerado por méritos propios un clásico dentro de la ciencia ficción. Klaatu era entonces un mensajero pacifista empeñado en dialogar. Ahora, en pleno 2.008 sólo cabe preguntarnos ¿cual es la loable meta que persigue este remake?. ¿Hay algún mensaje que quiera trasladarnos? Tal vez trate de alertarnos sobre la degeneración medioambiental. O intente mostrarnos los peligros del militarismo y la desconfianza. Tal vez. Y para ello, para lograr lidiar de tú a tú con un público moderno, acostumbrado a los artificios y ávido, al parecer, no de cháchara inútil, sino de destrucción y espectáculo, se vuelve más sofisticada, arrogante y más deudora del cine de catástrofes que de la ciencia ficción. Klaatu es menos un mensajero que un ser superior, superpoderoso, frío e inhumano que, en este drama pasa de ser obvio protagonista, a un vértice más de una familia disfuncional. Esta, liderada por una -lástima- desaprovechada Jennifer Connelly, acapara toda la atención desviando la trama de una visión global, más planetaria que habría sido lo lógico para enviar un mensaje de esta magnitud. Pero no es así. A pesar de su tecnología, su pretenciosa narración y un elenco de superestrellas, la película no logra embaucarnos y se muestra, sencillamente, como un negocio que mostrará su rentabilidad con el paso de los días. Es lo malo de carecer de inocencia. La realidad se muestra tal y como es, con la pureza como un concepto distante, de otra época.

por Pablo Gutiérrez (Ktarsis)