19 abril 2024

havalina

El pasado 6 de febrero estuvimos en Segovia viendo a una de esas joyas que tenemos en este país, Havalina, en el cierre de su gira conjunta con Zoo. Se resisten a pasar por Valladolid (y eso que cuando Miguel salió de guitarra de Russian Red en el Two Day Festival algunos en el público gritaron “¡Havalina!”), así que no pudimos vencer la tentación de acercarnos a la ciudad vecina para disfrutar de su directo.
Fue una noche de entrada digna en la sala All The People, pero muy lejos del lleno. Estuvimos de principio a fin en primera fila (y eso era a uno o dos metros del escenario) sin problemas. Havalina abría la noche, y comenzaron con “Sueños de esquimal“, convenciendo desde el principio (bueno, nosotros íbamos ya pre-convencidos, para qué engañarnos). Sonido impecable, con Manuel y su guitarra de protagonistas, apoyado por un bajo y batería contundentes. Es genial escuchar lo que se puede hacer en un escenario con sólo tres personas, pero que saben lo que hacen. No acusan en absoluto sus cambios de formación, idioma y estilo, no hay que olvidar que Imperfección es su quinto disco pero segundo en castellano, y que por la banda han pasado hasta seis músicos más.

Siguieron con temas de su último (y gran) disco (que les ha llevado a una nominación en los Premios de la Música), hasta llegar a “Desinspiración“, ese temazo de casi diez minutos en el que se explayaron con sus instrumentos.  Sin pretender replicar nota por nota la versión del album, dieron una lección de pasión y saber hacer. No es fácil mantener ese nivel durante tanto tiempo lejos del micrófono. Temazo obligado para ellos y para quien no lo haya escuchado todavía.
El tono oscuro de Imperfección se iluminó un poco en el cierre. Manuel agradeció la presencia de todos, y se mostró feliz e haber compartido escenarios con Zoo. “Unos compañeros… más que excelentes”, dijo. Es curioso encontrarse a alguien con ese sonido oscuro y esas letras provocadoras y que, entre canción y canción, mantenga esa pose tan inmaculadamente correcta, con esas sonrisas tímidas mirando al público, y sin una palabra malsonante. Acabaron con “¿Dónde irán?”, del anterior disco (Junio, el primero en castellano). En resumen, casi una hora (que siempre sabe a poco) de una de las mejores bandas del año.

Breve pausa para rellenar las copas y comentar la jugada mientras Zoo daban los últimos ajustes a los instrumentos. Cambiamos el chalequito y las camisetas del Havalina por cuatro malotes de tatuajes y cabezas rapadas que comienzan agradeciendo a todo el mundo: organización, público, compañeros de gira… Tras eso, guitarreo post-punk de músicos reconvertidos desde el hardcore (la mayor parte de Zoo antes formaban Nuevenoventaicinco).  Los cuatro fueron alternando canciones de Propaganda con otras de Música del Descontento, que, en general, suenan más viscerales. Incluso consiguieron despertar al público, que se animó a bailar y cantar a medida que fueron calentando la noche, que al final se les quedó un poco corta.

Anteriormente habían prometido un final especial, y así fue. Al acabar la última canción, Havalina saltaron al escenario uniéndose a Zoo (¿Zoovalina?) para regalarnos una versión de “I Wanna Be Your Dog“, de The Stooges. Siete músicos pasándoselo en grande, tocando y cantando como una única banda de amigotes. Miguel incluso bajó entre el público a seguir tocando. Colofón de lujo para una gira y un gran concierto.

PD: sonido genial, pero iluminación mejorable: fotografiar a un grupo con todo el concierto con un foco rojo hacia ellos como única fuente de luz es un poco pobre ;-).  Podéis ver lo que sacamos en la galería de fotos de Zoo y Havalina en All The People, Segovia.