2 mayo 2024

Cuando un artista consigue traspasar las fronteras del circuito independiente y logra un éxito masivo, aunque sea con un único tema -y estoy hablando de ‘Paper Planes’-, muchos de sus anteriores seguidores ven herido su orgullo indie y prefieren buscarse un nuevo cantante minoritario que satisfaga su necesidad de sentirse superiores al resto. Esto, a veces, también le ocurre a los propios artistas -hola, MGMT-, que deciden entonces afanarse en grabar un disco deliberadamente anticomercial, asegurándose así de no correr el “riesgo” de gustarle a demasiada gente. Sea éste o no el caso de M.I.A, lo cierto es que, quien pretenda encontrar en ‘/\/\ /\ Y /\’ pop del estilo a ‘Paper Planes’, ‘Jimmy’, ‘Boyz’ o ‘Come Around’, puede ir buscando en otro sitio. Tras haber bautizado a sus dos anteriores LPs con los nombres de sus padres, ‘Arular’ y ‘Kala’, M.I.A llega por fin con un álbum que lleva por título su nombre -el verdadero-, Maya, en el que parece querer hacer del feísmo musical su estandarte.

Efectivamente, ‘/\/\ /\ Y /\’ no es un álbum que entre a la primera, ni mucho menos, y todo gracias al empeño de M.I.A por ponernos las cosas complicadas para poder llegar disfrutar con su música. Sólo hay que fijarse en la portada del álbum o en su título para comprobarlo: ‘Maya’ se puede perfectamente escribir con letras, pero al parecer no está por la labor de tomar el camino fácil. Claro que, cuando haces canciones intencionadamente feas, corres algunos riesgos: el primero, que te salgan bien los planes y perpetres horrores monumentales como ‘Stepping Out’. Pero también que los mensajes que quieras enviar al mundo queden diluidos entre todos los sonidos que laboriosamente has colocado para destruir el menor indicio de lo que pudiera ser una melodía. Y esto no sería necesariamente un problema, si no fuera porque estamos ante la hija de un activista independentista tamil que vivió en Londres como refugiada y que, en declaraciones a Rolling Stone, se congratula de haberse convertido en una estrella y por fin tener una herramienta -el micrófono- con la que denunciar, entre otras cosas, la situación de Sri Lanka, país de origen de su familia.

httpvhd://www.youtube.com/watch?v=sfbQ5mHWkOs&feature=av2n

Que lo que M.I.A busca en la música no es entretener al personal queda claro en ‘Story To Be Told’, y no sólo por su letra: sería imposible que esa fuera la finalidad de semejante adefesio de canción. Por otro lado, a veces los mensajes que manda, como en ‘The Message’, primer corte del ábum -en el que insinúa que Google está controlado por el Gobierno- no distan mucho de los de algunos grupos de Facebook. Aunque parezca mentira, M.I.A está sacrificando el fondo por la forma -o por la ausencia de ella-. Si lo que intentaba era evitar que la gente volviera a bailar sus canciones como si fueran singles de Lady Gaga, lo único que ha conseguido es que nadie vaya a pinchar ninguna de estas canciones en ningún sitio, llegando así a mucha menos gente. Curiosamente, justo después de ‘/\/\ /\ Y /\’, en mi Itunes se encuentra ‘American Life’ de Madonna, un perfecto ejemplo de cómo hacer crítica social sin lograr ningún tipo de éxito comercial -evidentemente, esto no era lo que se pretendía- y sin por ello renunciar a hacer canciones “normales”.

A pesar de todo, el disco sí que se puede disfrutar si se le dan las suficientes oportunidades. En la segunda mitad del álbum -como si se tratara de un premio por haber aguantado hasta ahí- nos encontramos con ‘It Takes A Muscle’, una canción con un lustre caribeño de lo más bonito que se agradece infinitamente. ‘XXXO’ podría perfectamente estar en ‘Kala’, pues es lo más comercial del álbum, y ‘Born free’ -con su tan criticado videoclip- es bastante temazo. Y, a fuerza de ser machaconas, ‘Lovalot’ y ‘Story To Be Told’ se acaban pegando, con sus ““But I fight the ones that fight me”” y “”All I ever wanted was my story to be told””, respectivamente. No se puede negar tampoco que ‘Tell me why’ y ‘Space’ tienen ambas una melodía -lo cual ya es todo un logro- nada fea. Podríamos extrapolar a este disco el debate sobre si ‘Lost In Translation’ era una película aburrida y, por tanto mala, o, precisamente por eso, buena, al reflejar a la perfección lo que sienten sus protagonistas. M.I.A ha hecho un álbum desagradable, pero ¿acaso no era esa su intención? Resulta imposible de creer que esta calamidad de disco, lleno de excesos por todas partes, haya sido fruto de la casualidad y no de una idea bien meditada previamente. Y, por esto mismo, M.I.A nos coloca en una encrucijada de difícil salida con ‘/\/\ /\ Y /\’, un álbum que no dejará indiferente a nadie. 4,9/10.