Panic Shack llegan esta semana a Madrid y Barcelona dispuestas a agitarnos con su punk galés
Las componentes de Panic Shack aparecen de espaldas, apoyadas en la barra de un pub, en la portada de su álbum de debut. Sin embargo, la actitud vital de Sarah Harvey (voz), Megan Fretwell (guitarra), Romi Lawrence (guitarra) y Emily Smith (bajo) es justo la opuesta: siempre han afrontado su realidad totalmente de cara. El punk sin artificios de las galesas es puro disfrute, es actitud y desparpajo. Tirando de similes, podríamos ver en ellas ese gen que va de la música de Amyl And The Sniffers a Le Tigre. Un álbum que sirve de continuación a su EP de 2022 y bajo el que construyen un discurso directo y agitan el género refrescándolo y volviénolo a poner en la palestra.
La historia de Panic Shack parte de su Cardiff natal, al notar que en su ciuad no había bandas de mujeres como tal decidieron montar una. De hecho, Fretwell se compró su primera guitarra cuando iban de camino a su primer ensayo. ¿Quién dijo síndrome del impostor? La experiencia vocal de Harvey se limitaba a unas clases de teatro en la escuela, pero por suerte no le importó y el mundo ganó una frontwoman que agita el statu quo del punk-rock en cada aparición. “Queremos asegurarnos de que a otras chicas jóvenes, incluso a las que ni siquiera pueden permitirse comprar un instrumento o dar clases, les sirve de inspiración”, han contado en alguna entrevista sobre su historia.
DOMINGO 30 DE NOVIEMBRE – MADRID (WURLITZER BALLROOM)
LUNES 1 DE DICIEMBRE – BARCELONA (SALA UPLOAD)
