El concierto era gratis, lo que siempre atrae a cierto número de curiosos o gente que simplemente pasaba por allí, pero esto no impidió que prácticamente toda la gente que allí estaba en algún momento sonriera o se emocionara por la canción que en ese momento sonaba, ya que el cantante se adaptó muy bien al momento, recurriendo a antiguas canciones de su antiguo grupo Los Piratas, como Los años 80 o El equilibrio es imposible, canciones que en definitiva, han definido su carrera musical y que casi todo el mundo ha escuchado alguna vez. Los más groupies también tuvieron su momento de gloria, cuando sonaban las primeras notas de Turnedo, Días azules o SPNB, entre muchas otras.
El siempre simpático Ivan Ferreiro intentó añadir notas de humor al concierto, cambiando en algún momento frases de la letra de las canciones, durante la canción Los años 80 algunos sonrieron al escuchar como el cantante decía clarísimamente la frase Lory meyers en el bar en lugar de Bloody marys en el bar, algo que la mayoría de la gente no tuvo tiempo ni de percibir, pero que a otros les arrancó un gesto de asombro.
Después de desaparecer durante escasos dos minutos, el cantante volvió a salir esta vez sólo y tocó la mítica canción Promesas que no valen nada seguida de la canción Insurrección, consiguiendo así un momento íntimo con su público.
El concierto duró hora y media, tiempo en el que Iván Ferreiro no dejó de bailar con sus extraños movimientos, a los que sus seguidores más acérrimos ya están acostumbrados, siempre de buen humor y cercano al público.
Al finalizar el concierto, todo el público se fue con un buen sabor de boca y pensando que sin duda habían presenciado un conciertazo.
por Alba Puff Puff