25 abril 2024

Algo se cocía desde hacía tiempo en la ciudad del Pisuerga. Las aguas bajaban revueltas, pero era de puro nerviosismo y excitación de los vallisoletanos, por ver a una de las bandas más interesantes del panorama rock internacional. El trío inglés se ha ganado a pulso su reputación, a base de buen hacer, profesionalidad y entrega en los escenarios en los que han descargado toda su adrenalina rockera.

Días antes, las entradas puestas a la venta en diferentes bares de la ciudad, se iban agotando con celeridad y los propios hosteleros se sorprendían por la rapidez de su venta y se preguntaban el por qué de esa expectación. La respuesta es clara, The Brew son muy buenos.

La sala se llenó y los más devotos esperaban en las primeras filas ávidos de psicodelia y rock. El bolo despertó tanto interés, que no sólo acudieron espectadores vallisoletanos. Mucha peña de Zamora, algún segoviano y hasta gente de Galicia acudió al evento. Es lo que tiene cuando uno habla con todo Dios…

Los corrillos se formaban cerveza en mano y se hablaba del grupo con tanta pasión, que parecía que llevaran en esto 30 años. No faltaron las groupies que bailaron y cantaron cada tema, cual letanía y gritaban con cualquier pose ofrecida  por el joven guitarrista del trío, Jason Barwick.

Decenas de cámaras de fotos relucían con los focos, dispuestas a disparar a discrección en cuanto los protagonistas pisaran las tablas del escenario. Después de una ansiosa espera, la música de ambiente cesó, se hizo un pequeño oscuro y las luces de escena empezaron a calentar el ambiente (que por cierto calentaron de lo lindo ayudados por la masa…) El responsable de gira, Alfonso Cito (programador de prestigio que lleva muchos años pisando la arena del Rock&Roll), presentó al grupo inglés y los músicos salieron en medio de una gran ovación; el primer round ya estaba ganado.

Ataviados con ropaje y estética setentera, muy a lo Jimi Hendrix (de hecho su música es puro Experience) saltaron al ruedo y la guitarra del joven Jason, empezó a ser rasgada con violencia extrema y el primer tema del concierto vio la luz en Valladolid. “Every gig has a neighbour”, tema elegido para abrir fuego, es el primer corte de la cara A (como decían los clásicos…) de su último álbum titulado A million dead stars. Para mi el mejor tema del disco y del concierto. Muy pronto empezaron los saltos y los rasgueos de cuerdas cimbreaban por todo lo alto. Enseguida nos dimos cuenta de que este muchacho de 21 añitos tiene descaro y mucha pose para esto de la música. Otro temazo que nos gustó sobremanera fue “Surrender it all”, otro de los temas que forman parte de este último disco comentado anteriormente y que es hasta la fecha el mejor de su carrera.

Las groupies seguían cantando uno tras otro los temas que iban apareciendo (que envidia de memoria…) y chocaban unas contra otras, meneando sus cabezas, haciendo que el pelo bailara al son del ritmo. Chavalotes fornidos saltaban sobre las puntas de sus pies y con la mano hacia arriba poniéndonos cuernos a todos, gritaban y se dejaban llevar por la guitarra hipnótica del irreverente Jason.

Mucha complicidad con el público hubo durante toda la actuación, haciendo aspavientos para la galería y riffs contagiantes, que hacían que el publico se dejara llevar como niños atraídos por la flauta del músico de Hamelín. Quizá fue lo que más me sobró. Esas colaboraciones largas con los asistentes a cada punteo ofrecido por el solista, fueron largas en demasía y muy repetidas. Cada capotazo, previsible y fácil, era embestido por el público que entraba al trapo como manso animal. Jason tiene dotes y arte más que suficiente para alardes vanos y la plebe va a entrar igualmente a su rezo, así que menos gritos al unísono del público y más solos poderosos, que el resultado va ser el mismo: la catársis del público llegará de igual  manera.

Las reminiscencias son claras y los músicos de los que han bebido se dejaban ver en cada tema, e incluso sonó algún tema del gran Hendrix y sus Experience. Los geniales Cream revoleteaban sobre nuestras cabezas. De hecho el nombre del grupo se debe a un tema de la banda de mano lenta Clapton. De los Who también han bebido y eso se nota.

Un tema con el que se metieron al público en el bolsillo fue “A smile to lift the doubt”. El figura de Jason empezó a rasguear su guitarra con un arco y el tema encandiló a la concurrencia.

Trío sólido con excelente sonido, donde el papá Tim Smith (es padre del batería Kurtis) hace de maestro de ceremonias y acompaña al guitarra Jason y canta en solitario en varios temas. Kurtis Smith es otro jovenzuelo con un talento descomunal. Se marcó un solo a lo John Bonham de los Led Zeppelin, incluídos pepinazos sin baquetas que volaban previamente al público, que hizo que corrierámos a la barra a pedir otra Estrella Galicia (para publicidad ponerse en contacto a través de mi correo personal, XD) ya que acabamos exhauestos, como el bueno de Kurtis.

¡ Qué crack!.

Finalizaron su gran actuación con sangre incluída, ya que dan tanto en escena, que Jason en su punteo final se cortó con las cuerdas y salpicando de sangre la blanca madera de su guitarra, no dejó de tocar hasta el redoble final. ¿Efectismo? No. Pero la puesta en escena final fue de lo más emocionante con ese alarde de pasión.

Lo tienen todo para triunfar, con esos ligeros retoques comentados párrafos atrás serán algo grande dentro del panorama rock mundial. Incluso físico. Comentaban por los alrededores: ¡Qué buenos están! Así que si han conseguido aunar la variante del verbo to be (en inglés ser o estar), el éxito está asegurado.

The Brew son de una localidad portuaria del nordeste de Inglaterra llamada Grimbsy. Desde sus inicios, en el 2004, han publicado 3 discos y han girado por toda Europa con un éxito atronador. En el 2006 fue votada como la mejor banda británica por los lectores de It’s only rock&roll, la revista del club de fans de The Rolling Stones.

Desde el 17 de febrero que abrieron gira en Valladolid y hasta el 12 de marzo que cerrarán en España (A Coruña) todos los que tengan la oportunidad de verlos, que no dejen de hacerlo. Perderán una oportunidad única de asistir a un gran espectáculo de psicodelia y rock. Aunque se espera que para el verano vuelvan a España.

Por cierto muy cerquita de Valladolid, en León, tocarán el día 9 en el gran Café.

Otra oportunidad para deleitarnos con un trío que dará que hablar.

Bueno, ya está dando que hablar.

+ vídeo acústico de THE BREW

Sala Porta Caeli de Valladolid

17 de febrero de 2011

The Brew son:

Bass-Lead vocals: Tim Smith

Guitar: Jason Barwick

Drums: Kurtis Smith