28 marzo 2024

Durante más de un año Valladolid tuvo el honor de figurar como la más reciente entrada en el blog de Marcos Casal bajo el sugerente título de “El curioso caso del público que dio un concierto“, en una entrada en la que mezclaba frustración con agradecimiento. Por todo lo que sucedió aquella noche llegábamos a la Black Pearl con todas las ganas de resarcirnos.

Tuve la oportunidad de verles la primera vez que vinieron a Valladolid, en un lejano 2004, con su primer disco bajo el brazo, Caminos Diferentes, y su gran hit Llevo Tu Voz. Huelga decir que se radió hasta el rechazo, pero ya por aquél entonces se les asociaba más a Coldplay (en mi opinión, puestos a buscar semejanzas, lo haría a Maroon 5, pero esa es otra historia) que a grupos de adolescentes nacionales. Siempre ha habido materia prima en La Sonrisa de Julia para hacer algo grande.

En un entorno rodeado de moderneces, militar en el mainstream nacional es poco menos que portar una letra escarlata en el pecho. Los Piratas fueron de los pocos grupos en conseguir convivir en ambos mundos con éxito, y recientemente Vetusta Morla ha conseguido algo similar, labrando con sus manos un reconocimiento multitudinario. Mantengo la esperanza de que La Sonrisa de Julia consiga recorrer el camino inverso y la crítica les valore en su justa medida. Bipolar, su último álbum publicado, supuso un punto de inflexión radical. Con la llegada de Víctor Antón al núcleo de la banda compusieron dos auténticos pelotazos que pueden ser la nueva pausa de su sonido, Euforia y Bipolar.

Para despedirse de este fundamental trabajo han programado una gira acústica en la que se versionan a sí mismos, en un interesante intento de reinterpretar sus canciones. Y es con una de estas referencias de las que hablaba con las que abren el concierto. Bipolar marca el arranque de la noche, con un lavado de cara completo. Puedes ver en YouTube a lo que me refiero. Lejos de limitarse a desenchufarse la han convertido en una canción totalmente nueva, en la que la energía deja paso a ritmos y guitarras que más recuerdan a una sesión de jazz que al pop original.

En primera fila el público, muy joven, asistía sentado al ejercicio de reinterpretación que Marcos y compañía habían preparado. Continuaron Grito y Euforia, también casi irreconocibles, y llegaron a Bufón, de su primer disco. En ese momento dieron un salto de seis años para presentar Puedo, una de las que formarán su próximo álbum, El Hombre que Olvidó su Nombre (puedes escuchar el EP adelanto en Spotify). Un tema emocionante en el que vuelven a lucir los impresionantes registros vocales de Marcos, que pone los pelos de punta.

Tras Libres nos sorprendieron con una versión de Miss Sarajevo de U2, y cerraron la parte acústica con No Hay Razones y Luces de Neón.

Sí, cerraron la parte acústica. Porque tras los problemas de su último concierto en la ciudad “tenían que compensarnos”, y nos dieron dos conciertos en uno. Cambiaron guitarras acústicas por eléctricas y arrancaron con Dónde está mi Vida. Lógicamente se cambió el registro y las energías, y de la intimidad del sonido anterior se pasó a más baile, ganas y gritos. Cayeron Sin Perdón, Caminos Diferentes… En un momento de improvisación, para agradecer la presencia de unos amigos santanderinos, Marcos se arrancó con Don’t Worry, Be Happy. Sí, también hubo hueco para Llevo Tu Voz y, como no podía ser de otra forma, se cerró con el éxtasis de Euforia.

Gran noche en la que hubo de todo. Éxitos nuevos y viejos en acústico y eléctrico, versiones de referentes musicales, improvisación, público entregado…

Quedáis convocados para el 19 de marzo. La Sonrisa de Julia volverá a Valladolid, a Porta Caeli, para presentar su próximo álbum, El Hombre que Olvidó su Nombre.

2 comentarios en «Crónica del Concierto : La Sonrisa de Julia @ Black Pearl Heineken (Valladolid) : 09/12/10»

  1. Muy buena crónica 🙂
    Allí estaremos en Marzo de nuevo, esperándolos con los brazos abiertos!

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