El pasado 21 de Enero Red Bull Studio se hacía eco del aniversario de la sala Siroco con un triple concierto en la mítica sala de la capital. Para la ocasión reunieron a tres propuestas de diversa índole pero con el factor común de sus coqueteos electrónicos y del frescor de las bandas emergentes.
Bel Bee Bee es el proyecto de Belén Álvarez que se rodea de tres músicos más en directo para poner hueso y músculo a este proyecto de minimalismos electrónicos y sutilezas continuas en forma de canciones directas, evocadoras, para nada sencillas, exigentes y delicadas. Gonzalo Ruíz, Andrés Miranda y Pablo P. Campesino conforman el resto de la banda que a pesar de tenerlo jodido para ensayar por la distancia, dejaron un impoluto directo en Siroco. Si bien en ocasiones la acústica no acompañó a poder degustar con gula los pequeños detalles de sus temas, algo que no impidió que confirmaramos que la banda supone un insuflo de creatividad en un mar de incredibilidad . A destacar ‘A tu Rareza’ , ‘Astrays Sculpture’ o ‘Emptiness’ en particular , y el directo en su totalidad en el que pudimos apreciar referencias que van desde Apparat a James Blake, un absoluto must.
Para gustos los colores ¿no? eso opinabamos viendo a Bëlop, un grupo que si bien en directo son incendiarios – o intentan serlo – su synth-pop nos resultó un batiburrillo de referencias que van desde Phoenix a los Two Door Cinema Club pasados por thermomix con actitud chulesca , nada nuevo bajo el sol. Aún así los gallegos consiguieron el pico de público de la noche, alargando un set con temas propios y versiones ( I Follow Rivers de Lykke Li incluida que no lograda), en el que fueron celebrados sobremanera algunos de sus hits, como ‘It´s Not Enough’ o ‘I Want a Story’.Los muchachos andan preparando nuevo EP y se les puede echar un cable por aquí.
El punto álgido de la noche lo puso Niño Burbuja, una banda que a servidor se le había resistido en directo una y otra vez por fechas y que he de reconocer tenía muchas ganas. Bajo ese nombre yace un trío que deja sus historias bajo enérgicas bases electrónicas , desviándose en el directo hacia unos primos latinos de James Murphy que juguetean con el Pop Negro de El Guincho, buena mierda vamos. El retraso acumulado en las actuaciones tuvo sin duda una víctima , el último grupo, que acusó la huida de un buen número de espectadores antes de degustar la merecida gloria. No obstante poco creo que miraran si había cinco o cincuenta, ni nosotros tampoco, consiguieron que nos lanzaramos hacia las primeras filas y dejar fluir esas Fuentes de Energía a su alrededor. Maneable burbuja es lo que crea la banda a nuestro alrededor engrosando a público y banda sinérgicamente. Llamp, Fe o Polar fueron entrelazadas con nuevos temas y recuperaciones de Cálpico, en lo que fue sin duda el auténtico subidón de la velada.
Foto : cedida por Jero Romero . J-Musind.
