Patrick Wolf al arpa o al violín. Patrick Wolf con americana, sin ella o con traje de lunares. Patrick Wolf despeinado o con el flequillo colocado. Patrick Wolf en persona o proyectado en las pantallas. Patrick Wolf contenido o comiéndose el escenario. Patrick Wolf dirigiéndose al público en inglés o intentándolo en español. Algunos afortunados tuvimos el mayúsculo placer de verlo de todas estas formas en la Sala Penélope de Madrid el pasado sábado y la conclusión a la que llegamos es clara: el enorme talento del londinense se manifiesta en absolutamente todo lo que hace.
El show comenzó de manera muy íntima con la preciosa y nunca suficientemente valorada -ni siquiera por nosotros– ‘Armistice’, en la que Patricio Lobo, como él mismo decidió presentarse, nos puso los pelos de punta derrochando un vozarrón que, los que le veíamos en vivo por primera vez, no éramos conscientes que tuviera. Aunque el repertorio se centró, como es natural, en los temas su último álbum, ‘Lupercalia’, también hubo -afortunadamente- concesiones a sus anteriores trabajos -y vaya concesiones.
En la primera mitad del concierto, en la que sonaron temas como ‘House’, ‘Time of My Life’, ‘The Bachelor’ o ‘Augustine’, dominó esta atmósfera intimista. Pero todo cambió cuando llegó el turno de la fabulosa ‘Who Will’, reconvertida para el directo en un auténtico delirio electrónico, a la que siguieron la tremendísima ‘Together’ y una muy coreada ‘Bloodbeat’. El ambiente ya estaba caldeado pero la apoteosis llegó con los bises, como no podía ser de otra manera si tenemos en cuenta que tocó sus dos mejores temas: ‘Accident & Emergency’ y ‘The Magic Position’ -lo cual es una suerte porque el setlist parece ser que varía de concierto en concierto y éstas no siempre están incluidas. Entre alabanzas a España y promesas de volver el año que viene, ‘The City’ puso punto y final a un espectáculo digno de la gran estrella que es Patrick Wolf: no hace falta que los lobos se extingan para reconocer que es único en su especie.
