18 abril 2024

EL ÚLTIMO DAIQUIRI

Si a algunos de las decenas de incondicionales que Quique González reunió en el corazón de El Retiro madrileño para hacer rebosar la Florida Park se le hubiera instado a hacer una apuesta sobre el repertorio que les esperaba esa noche, habrían acertado en un alto porcentaje. Si se le hubiera preguntado sobre el ambiente que esperaban encontrar dentro, también. Y lo mismo de haberse aventurado un resultado sobre el hacer de González al término de la noche.

Y es que los que allí estábamos el pasado sábado día 12 para acudir al último concierto del tour de Daiquiri Blues creíamos que pocas sorpresas (aparte del decorado de la sala, un tanto kitsch?) podía depararnos un fin de fiesta anunciado y ya reporteado: tres días consecutivos de aforo repleto para poner punto final a casi un año y medio girando con su último trabajo. Pero si algo quedó demostrado el sábado fue que con Quique jamás lo previsible resta un ápice de intensidad a lo deseable y deseado.

Pero vayamos por partes.

Sabroso aperitivo con César Pop como artista invitado y el propio Quique a la guitarra en uno de los temas junto a su compañero y amigo. Pero el público se reservaba para recibir a este Quijote del rock y sus escuderos: Toni Jurado haciendo magia con la bateria, Mario Raya a la guitarra, Jacob Reguilón acariciando el bajo y Julián Maeso a cargo de piano y teclados. Arrancaron con Suave es la noche en su versión más potente, envueltos ellos en sus mejores galas como la ocasión sin duda merecía. Y el maestro, como sacado de los 80, con su americana de terciopelo y su camisa de cuello grande, listo para tomarse un daiquiri, a la luz del conocido neón que luciría por última vez.

Comenzó Quique a desgranar desde el minuto cero una perla tras otra. Las lanzaba como si nada, como es él, con la autenticidad y humildad que le caracterizan. Desbordando generosamente los límites de Daiquiri Blues, se detuvo estratégicamente en Kamikazes enamorados y Salitre 48 (y demás trabajos imprescindibles), recurriendo a clásicos que el público coreaba al unísono y acogía con entusiasmo. La ciudad del viento caldeó al respetable y ya no hubo vuelta atrás. Parecía tenerlo todo calculado para calmar la ansiedad con dosis estudiadas de quienes querían más y más: Daiquiri, Me agarraste, Vidas Cruzadas, Salitre, Pájaros Mojados…Imposible dejar de recordar el  homenaje a Antonio Vega y El sitio de mi recreo durante el tema De haberlo sabido.

Avanzaba la noche sin respiro con Restos de Stock. Aún el personal no se había recuperado de los picos de intensidad instrumental  capitaneados por el contrabajo de Jacob, cuando Quique quiso hacernos creer que aquello tocaba a su fin con una emotiva presentación de la banda. Desde luego no era para menos, demasiado tiempo tocando (y muy bien) juntos para que se notara el más mínimo desfase técnico. Demasiado tiempo, demasiadas anécdotas vividas  en familia para ser un concierto más. Quizás por eso aún quedaban momentos estelares. Uno de ellos, Riesgo y altura, con César Pop de nuevo junto a Quique.  Otro para recordar: el sonido de la armónica construyendo Polvo en el Aire. Y una dulce regresión a los comienzos de su historia con Cuándo éramos reyes, tema no apto para nostálgicos. Más presentaciones, esta vez todo el equipo técnico.

Esta vez sí, apoteosis final: Los conserjes de noche,  la mítica Pequeño Rock and Roll y, cuando ya habían desaparecido los escasos milímetros de separación entre los cuerpos que  la alta densidad humana de la sala permitía, grandiosa coral de La luna debajo del brazo. Cuesta imaginar otro tema para llegar al destino final: aplausos, abrazos, más aplausos, más abrazos…

En resumen, yo diría magia, redondez, en fondo y forma. No sé si es posible un gramo más de emoción en algo más de dos horas, no sé si este chico puede superarse a sí mismo. No parece que vaya a cejar en el empeño de que así sea: en menos de un mes comienza su nueva gira en acústico. A ver cuántos “desbandados” se dejan seducir de nuevo por la sensibilidad de sus historias hechas canción.

Setlist: Suave es la noche, Avería y redención, Deslumbrado, La ciudad del viento, Bajo la lluvia, Cuando estés en vena, Daiquiri Blues, Me agarraste, Kamikazes enamorados, Hasta que todo encaje, Su día libre, Vidas Cruzadas, Salitre, Nadie podrá con nosotros, Te lo dije, Pájaros mojados, De haberlo sabido, Restos de stock, Hotel Los Ángeles, Miss Camiseta Mojada, Riesgo y altura, Polvo en el aire, Cuándo éramos reyes, Los conserjes de noche,  Pequeño Rock and Roll, La luna debajo del brazo

Fuente foto: www.quiquegonzalez.com