18 abril 2024

Mucho

 

Mucho presentarán su nuevo vinilo 7″ el jueves 30 de enero en la Sala Boite Live, en Madrid. Pasarán también por Tenerife el viernes 31. El single, “Grupo Relación”, ha sido grabado con la ayuda de la iniciativa Girando por salas y está compuesto por dos canciones, ‘Grupo Revelación’ y ‘La Distancia’, además de un Bonus Track, ‘La Primera Luz del Día’. El trabajo ya puede escucharse en Spotify y comprarse en la página de Maxophone.

Hablamos con la banda para que nos contasen algo más.

¿Cómo surge la idea de grabar un vinilo de 7″ con dos canciones?

Miguel de Luis, bajista: Teníamos la oportunidad de hacerlo porque estábamos metidos en GPS (Girando por Salas), y había una parte de pasta dedicada a la promoción del grupo, y pensamos que la mejor promoción que hay para un grupo siempre es algo grabado y nuevo. Además teníamos un poco de tiempo, y nos pareció una idea maravillosa refrescar nuestra discografía.

Martí Perarnau, vocalista: En realidad ha sido todo gracias a GPS. Maxophone nos dijo “¿por qué no sacáis un single?”, y nos pareció una maravillosa idea. Además fue como todo canciones nuevas, ha sido un ejercicio muy bonito de “qué pasa si tenemos que entrar al estudio el mes que viene y no tenemos nada”.

MdL: Darte un poco de vida y un poco de estrés, pero por una meta es bastante positivo, porque te activa mucho.

MP: Fue un agobio de la vida, porque una semana antes nos faltaba una canción. Pero resulta que la sacamos y fue ‘Grupo Revelación’, que es el single. Osea que tuvimos suerte, o las cosas estuvieron de nuestro lado.

¿Por qué el título del EP, “Grupo Revelación”?

MP: El nombre es porque es una canción que habla sobre el romanticismo de la música y sobre que nosotros creemos en la autenticidad y en la personalidad marcada en la música. Estamos un poco viendo que ahora hay una época de querer estandarizar la música y que todo sea igual. Tenemos la sensación de que está pasando aquí como pasó en Inglaterra con los “hypes”, que solo salen grupos que más o menos son similares. Hay una parte de la industria que parece que quiere estandarizar el sonido. Era como un alegato hacia el romanticismo.

Hablando de estandarizar y de las similitudes, ¿a quién diríais que os parecéis, o qué influencias tenéis?

MP: Nos influyen mucho grupos, pero creo firmemente que no nos parecemos a ningún grupo de este país, y creo que esa es nuestra mayor baza a la par que palmada. No formamos parte de ninguna “estandarización”, pero podría decirte muchas influencias nacionales que me flipan, no sé, Egon Soda, Joan Colomo, León Benavente, Standstill, o Andrés Calamaro. Son grupos que nos flipan, son bastante únicos e intransferibles. Entonces. nosotros queremos ser de ese lado.

El vinilo es de color rojo, ¿por qué?

MdL: Porque forma parte del diseño.

MP: Sí, mira, nuestro diseñador, Emilio Lorente, que normalmente es guitarrista de los Autumn Comets, nos dijo “¿por qué no apretáis un poco a ver si podemos hacer un vinilo de color?”, y al final lo logramos.

MdL: Como nos definimos tanto con lo de cósmico, era como darle un punto distinto, de galaxia.

Decidirse por el formato vinilo, aunque ahora lo estén haciendo bastantes bandas, sigue siendo una declaración de intenciones. ¿Vosotros cómo consumís música?

MP: Yo consumo vinilo, de hecho el otro día tuve una experiencia flipante, porque el nuevo disco de Arcade Fire – que me parece un discazo, aunque en eso habló a título personal, porque algunos de mis compañeros no están de acuerdo – te guste o no, lo escuchas en casa, en vinilo, y de repente fue una experiencia mágica. Escuchas cosas que no se oyen en la versión de Spotify.

Es que en Spotify no se oye lo mismo, pero la mayoría de la gente o no lo distingue de un vinilo o le da igual.

MP: O le da igual, sí. Pero yo sí que soy un romántico del vinilo, en casa solo escucho vinilos, porque es lo que tengo, e intento escuchar fuera el resto de cosas que no tengo. Pero es una experiencia muy mágica, porque te obliga a darle un valor a la música.

MdL: De todas formas, por un lado la línea de Maxophone es editar en vinilo la música que hace y por otro lado este EP ha salido en formato digital en iTunes. Así que, ya que todo el mundo puede conseguirlo y escucharlo en cualquier dispositivo, pues tener también algo un poco especial. Mola mucho más, por ejemplo para el diseño, lo que hablábamos del disco rojo, la foto algo más grande…

Además, los vinilos los coleccionas, los conservas mejor que los CD que se acaban perdiendo… 

MP: Y que suena increíble. Parecía un formato denostado, pero nunca a desaparecido del todo. Yo creo que es una buena reivindicación para la música que se vuelva a escuchar en vinilo, creo que es bueno que en esta época digital, vacía, tengamos un formato analógico de verdad.

Te oí decir en una entrevista que éstas son canciones más personales, ¿en qué sentido?, ¿por qué decides ahora exponer cosas o temas más íntimos?

MdL: Para mí lo de “personales” se refiere a “más nuestras”, desmarcarnos de la tendencia musical que esté de moda en el momento. Pensamos que nuestra música es igual más instrumental, con estructuras más raras, con letras distintas, y por eso es personal. Eso es lo que creemos que es más honesto.

MP: Bueno, y que a nivel de letras cuanto más me expongo, más feliz me siento con la música, más me excita lo que hacemos. Si exponerse es ser personal, porque muestras cosas tuyas, que lo sea.

¿Tiene que ver también con que cantéis en castellano? Aunque ya llevéis tiempo…

MP: Sí, en ir ahondando en el idioma y darte cuenta que la honestidad es muy guay a la hora de componer.

Entonces, cada vez es más fácil, más sencillo, componer en castellano…

MP: Sí, cada vez es más fácil y cada vez da más igual que acordes hagas en la canción, porque si es una letra que te emocione al final es lo que importa.

¿No echáis de menos cantar en inglés?

MP: Para nada, de hecho ahora cuando hago versiones es una extrañeza hablar en inglés. Es como que tienes que forzar un acento.

Carlos Pinto, batería: Siempre parecía que imitabas a alguien. Siempre parecía como que imitabas a tu super-ídolo, y ahora es todo más personal.

Muchos músicos dicen eso, que cantan en inglés porque la gente que siempre han oído cantaba en inglés.

MdL: Es por eso.

MP: Es que es así, yo cuando cantaba en inglés todo el rato intentaba imitar a Damon Albarn (Blur), mi músico favorito de la vida. Y ahora, claro, no puedo imitarle. Aunque le siga escuchando, no quiero ser Damon Albarn, quiero ser yo mismo. Creo que eso es lo que hace que tu música avance y que sea personal de verdad. Si intentas imitar, al final estás haciendo versiones malas. Al final nunca vas a ser tan bueno como Damon Albarn, es física y meta-físicamente imposible.

El jueves 30 de enero tocáis en Madrid, en la Sala Boite, ¿qué tenéis planeado para ese concierto?

MP: Supongo que será un concierto increíble. Han pasado muchos conciertos en los que andábamos buscando qué es lo que faltaba, y creo que por fin lo hemos encontrado, y estamos en un momento de confianza muy guay y nos sentimos en forma. Tengo la sensación de que ahora mismo en cualquier concierto, tengamos el problema que sea, tanto si rompemos una guitarra o se explota un extintor…

MdL: O no enchufamos un ampli…

MP: Creo que pase lo que pase va a salir un buen concierto, ya estamos en esa fase. Es una tranquilidad, es un momento en el que disfrutamos los conciertos como si no hubiera mañana. Aparte, bueno, presentamos el single, y tocaremos las dos canciones que van en el vinilo.

MdL: Una de ellas por primera vez.

MP: Una de ellas por primera vez, entonces podrán pasar cosas de éstas que decimos… Pero no habrá petardos, ¿eh? Será un concierto con calidad musical, pero…

El disco “El Apocalipsis Según Mucho” salió a la venta en febrero del año pasado, hace relativamente poco, y aún tiene poca vida. Pero, ¿tenéis material nuevo, aparte del de “Grupo Revelación”?

MP: No, porque todo el material nuevo que hemos creado ha salido en el single nuevo. Yo tengo media canción nueva, pero no es ni siquiera una canción, porque hasta que no la hacemos entre todos no es nada. De momento no hay nada, pero hay que ponerse a tope, porque parece que ahora la gente consume los discos y se agotan tan rápido como una hamburguesa del Mc Donalds.

MdL: El “Apocalipsis” salió a mediados de febrero, no tiene ni siquiera un año, y para mí qué menos que un disco tenga un año.

MP: Pero si que es verdad que la industria aprieta como para que haya novedades siempre. Por un lado me mola, porque a mí componer rápido me hace sentir como Ryan Adams, me gusta, y creo que a veces la presión ésta, bueno, en el single ha funcionado. Te presionas y tienes que llegar a una fecha, y entonces salen cosas que no esperabas.

También depende un poco del proceso compositivo de cada uno, ¿no? Siempre ha habido gente más prolífica, como los Beatles, y grupos que dejan cinco años entre un disco y otro.

MP: Lo de los Beatles era una enfermedad.

MdL: Pero es que eso tiene truco. Los Beatles cuando dejaban de tocar en directo se iban a Abbey Road como si fuera su oficina, entonces se iban a tomar un café y hacían canciones diariamente.

MP: Nuestro proceso es verdad que es extraño. Nuestro proceso es que yo llevo una idea, pero cuando la tocamos entre todos en el local se vuelve otra cosa radicalmente diferente, con el “input” de todos. Pero hay canciones que de repente salen en una tarde y hay otras que podemos estar cuatro meses. Es un poco incierto cuánto podemos tardar en hacer un disco, no lo sabemos. ‘Como si no hubiera mañana’ llevó cuatro meses, fue un drama de canción, pero al final quedó bien.

MdL: Quedó bien en el último momento, en el estudio.

MP: Nunca sabes el proceso, pero creo que si lo haces desde esa frescura y con la honestidad de querer decir cosas, es más sencillo. No hay que pensar mucho.

MdL: Sobre este tema, a mí, personalmente, me parece que hacer un disco es un trabajo muy serio y muy difícil, que te seca mental y físicamente. Entonces, que haya esa prisa por tener novedades me parece una falta de respeto hacia los artistas.

MP: No se le da el valor que debería darse, y  la gente no sabe cuánto se tarda en hacer un disco.

MdL: Es un curro muy serio, no es que nos vayamos a fumar canutos y a beber cerveza a un local, a divertirnos tocando. Vamos a intentar hacer la mejor música que seamos capaces de hacer, y eso lleva un proceso de trabajo y de ensayo y error, y error, y error, hasta que empieza a aparecer la línea perfecta que queremos.

Víctor Cabezuelo, teclista y guitarrista: Todo esto influye mucho en la calidad de los discos que están saliendo últimamente. Al final la gente tiene que cumplir plazos y se conforman con presentar mierda.

MP: En realidad se parece bastante a hacer una película. Una película no esperas que nadie te la haga en dos meses, entonces no sé por qué hay esta ansia por la novedad musical. Supongo que es cosa de la industria.

MdL: Es un poco culpa de los festivales, también. Los festivales de cada verano son un escaparate increíble para los grupos, pero si no tienes algo super-exclusivo y nuevo que darle a cada uno de los tipos que te quieren contratar, no te contratan.

MP: Es que tenemos una industria “festival-céntrica”. Es como que hay que entregar tus movidas a los festivales.

MdL: Todo sea dicho que me encanta tocar en festivales, es una cosa increíble, pero puede hacer un poco daño también. Esa prisa, esa necesidad de más, y más, y más…

VC: Los festivales son los centros comerciales de la música.

MP: Sí, pero antes había sellos discográficos que te encargaban, te decían “sácame un nuevo disco”, y te lo producían. Ahora hay sellos discográficos pero parece queel motivo final, real, es tocarlo en festivales. Es muy bueno por un lado, es flipante poder tocarlo en festivales, nos encanta y podríamos hacerlo todos los días de nuestra vida; pero por otro lado no debería presionar a nadie en cuanto a la creación artística.

¿Cambia entonces el tipo de presión? Pasando de la presión de una discográfica, teniendo en cuanta además que se ha generalizado la autoedición, a la presión de tener que presentar material nuevo casi continuamente.

MP: En realidad es que nunca hay tanta presión. Es algo que nos preguntan mucho, “¿sentisteis más presión haciendo un nuevo disco?”. La presión que siento es “no llego a tiempo para grabar este tema” o “no llego a tiempo y quiero hacer un tema más”. Esa es la única presión. Nunca he sentido eso de “¿qué van a pensar los que lo escuchen?”. Para mí la música no va de eso. A la gente le va a gustar algo que esté bien hecho, que esté hecho con corazón y con alma. Si te pones a pensar qué va a pensar la gente, quien sea, es mejor dejarlo.

MdL: Esa es la honestidad de la que hablábamos. Somos un poco egocéntricos en eso, aunque a veces sea una apuesta arriesgada y nos caiga alguna crítica un poco fuerte. Es más interesante estar muy convencido de lo que haces que querer imitar a alguien que está triunfando. Eso es bastante ridículo.

MP: De hecho, los grupos que nos flipan son así. Hacen música para ellos. Yo no veo a Wilco planteándose “¿qué va a pensar la gente de nuestro disco?”, ellos lo que quieren es pasárselo bien en el estudio y hacer temazos. Al final es de lo que va esto.