Paquita Salas es la nueva serie que llega de las manos de sus creadores Javier Calvo y Javier Ambrossi (La llamada). Se trata de una genial mezcla entre ‘The Office’ y ‘Carmina o Revienta’. La primera porque es un falso documental y la segunda porque nos presenta a una mujer española cani, de las que luchan con todas sus armas para seguir a flote.
Paquita Salas es una representante de actrices que está pasando por un mal momento, aunque ni ella lo quiera reconocer. Sus actrices le dejan de lado, está más pasada de moda que los Pokemons Go. No se maneja bien con los emails, el spam, los links et los enchufes. El tiempo ha pasado y Paquita se ha quedado atrás. Brays Efe encarna Paquita con brillantez, pasamos de las carcajadas a las lagrimas en cuestiones de segundos. Patética y adorable a partes iguales, yo sueño con poder pasar las horas al lado de Paquita en sus oficinas de PS Management.
¿Y cómo no voy a querer a Paquita Salas, si ella es de pedir gin tonic con torreznos? La webserie de Flooxer nos lleva a esta España cani, a este Madrid antiguo lejos de los modernos de Malasaña. No es casualidad que Carmen Machi sea nombrada varias veces durante la primera temporada, la serie es muy Machi: te ries, lloras y todo eso muy de verdad.
Y sobre todo hay que resaltar que Paquita Salas es una serie de mujeres, aunque sus creadores y su actor principal sean hombres. Que refrescante ver a mujeres relacionarse con cariño, tener historias y vidas propias. Es revolucionario ver mujeres apoyarse, quererse y proporcionarse esa red de apoyo. En esta serie los hombres pintan muy poco, como mucho un pinchito rápido y mal hecho…
Quiero tatuar algunas de las frases de esta serie:
¿Pero cómo ha hecho esto por correo? ¡Por spam!
Estoy harta de Ibsen, de Chejov y de su puta madre que me van a comer el coño, porque lo que yo quiero es hacer “Velvet”
“-Busca viajes en Kayak. -¡¿Cómo va ir Macarena en kayak a Valladolid?!”.
La primera temporada cuenta con 5 brillantes capítulos, disponibles en Netflix. Yo me los he zampado como la Paqui zampa Cheetos. Una maravilla.
