Vampire Weekend, una de las revelaciones musicales más excitantes de 2008, lograron agotar las entradas para su concierto del domingo 28 de febrero en el Teatro Circo Price de Madrid, en el marco de la gira de presentación de Contra, su segundo álbum, recientemente publicado.
Con apenas veinte minutos de retraso, Ezra Koenig y los suyos saltaron al escenario, decorado para la ocasión con lámparas como las de la portada de su primer disco -aunque sin murciélagos esta vez- y con la portada de Contra de fondo, al ritmo de White sky, una de las mejores canciones de su segunda entrega, con la que consiguieron poner en pie al público de las gradas.
En una hora y media de concierto interpretaron prácticamente todos sus temas, dejando fuera -lamentablemente- I think UR a Contra, The kids don’t stand a chance -que hubieran pegado mucho en ese ambiente íntimo que crearon para tocar Taxi cab- y Bryn, pero compensándonos a cambio con una inédita, que pasó un poco sin pena ni gloria, como suele ocurrir en estos casos.
El público estuvo especialmente entregado en Cousins -tras la explicación en español por parte de Ezra: la familia es peligrosa- en Cape Cod Kwassa Kwassa y en A-punk, canción con la que el grupo se dio a conocer hace ya dos años. Ezra animó constantemente a los espectadores, dando instrucciones en One (Blake’s got a new face) y deleitándonos en todo momento con esos agudos que son ya indisociables de las canciones del grupo. El resto de componentes estuvieron igual de animados: el bajista bailó como un poseso y el batería tuvo el detalle de ponerse unas gafas gigantes que el público lanzó al escenario y continuar tocando con ellas. Por su parte, el teclista llevaba una camiseta de The xx, otro de los grupos más aclamados del momento.
Pocas pegas se pueden poner al espectáculo ofrecido por estos cuatro neoyorkinos de moda, si acaso que no introdujeran novedades con respecto a las canciones tal y como están grabadas en el disco, limitándose a interpretarlas tal cual, quizá con la excepción del momento en que unen Campus y Ofxord Comma, uno de los momentos álgidos del show.
Para los bises se reservaron Horchata, Mansard roof -sólo dos minutos, pero muy intensos- y Walcott, que con ese subidón final queda de perlas como última del tracklist. Dudo mucho de que alguien saliera defraudado del espectáculo ofrecido por la banda, a pesar de la expectación generada.
Vampire Weekend volverán a España para tocar en el FIB, otra estupenda ocasión de disfrutar de estos maestros del pop africano.
Fotos cedidas por Heinekenpro.com, fotógrafo: Carla Mir
