
Clap Your Hands Say Yeah celebró el 20 aniversario de su disco homónimo en el Lula Club, dentro del ciclo Jaguar
El emblemático grupo de indie rock Clap Your Hands Say Yeah se presentó en el Lula Club para celebrar los 20 años de su disco homónimo, el que los catapultó a la fama y les trajo innumerables alegrías, tanto en críticas como en la aceptación del público. El álbum, lanzado en 2005, marcó un hito en la escena musical indie de principios de los 2000 y sigue siendo considerado uno de sus trabajos más completos y queridos.
El concierto, sin embargo, comenzó con algo de retraso, ante los gritos de impaciencia de una sala prácticamente llena. Cada vez más, nos encontramos en las salas de conciertos con un público heterogéneo, donde muchos parecen no estar tan interesados en la propuesta de la banda como en el simple acto de socializar y disfrutar de un ambiente, tomando algo mientras la música suena de fondo. Esto, lamentablemente, restó un poco de la conexión auténtica que la banda podría haber tenido con una audiencia más enfocada en el show.
A pesar de esta distracción, Clap Your Hands Say Yeah ofreció una actuación impecable desde el primer acorde. Los neoyorquinos no solo tocaron el disco completo de principio a fin, sino que lo hicieron con una energía contagiante y una actitud llena de nostalgia. Sin lugar a dudas, este álbum sigue siendo el más representativo de la banda, y la interpretación de cada tema fue un recordatorio de la frescura y originalidad que lo hizo único en su momento.
El punto álgido del concierto llegó relativamente temprano, cuando sonó «The Skin of My Yellow Country Teeth». El público, que se había ido calentando con los primeros temas, estalló en un aplauso unánime. La canción, con su ritmo pegajoso y su energía inquietante, es uno de los grandes himnos del indie de la década de los 2000 y un tema que, al escucharla en vivo, se siente como un viaje directo a los primeros días de la banda, cuando el internet y los blogs de música eran la forma principal de descubrir nuevas propuestas.
La banda, liderada por Alec Ounsworth, se mostró en gran forma a lo largo de la noche, no solo interpretando su álbum debut, sino también regalando a los asistentes un par de canciones más de su extenso repertorio. Aunque el enfoque principal fue su aclamado disco de 2005, no faltaron momentos para la experimentación y para dejar claro que, aunque el tiempo ha pasado, siguen siendo una banda fresca y arriesgada.
La velada, en su conjunto, fue una auténtica celebración del legado de Clap Your Hands Say Yeah, un recordatorio de cómo un disco independiente puede cambiar el rumbo de una banda y conectar con una generación de oyentes. A pesar de las distracciones externas, la banda logró transmitir la misma pasión y autenticidad que los catapultó a la fama hace dos décadas.
Al final del concierto, los asistentes se retiraron con una sonrisa en el rostro, sabiendo que, a pesar de los años, el espíritu de su primer álbum sigue vivo, y que, en un escenario íntimo como el del Lula Club, es posible revivir la magia de los primeros días de Clap Your Hands Say Yeah.