Los aniversarios hay que celebrarlos, muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de un hito hasta que es demasiado tarde, pero los leones son muy conscientes de que no sólo ellos están orgullosos de llevar diez años con un retoño creciendo de una manera tan digna y sobresaliente. La legión de fans que hemos seguido evolucionado estos diez años con sus canciones a las espaldas teníamos tantas o más ganas que ellos de convertir sus himnos en protagonistas de una noche más para el recuerdo. El pasado 8 de noviembre, Madrid volvía a vibrar con ellos.
Es complicado hablar de León Benavente siendo neutrales, no podemos serlo porque llevan arrasándonos con sus letras, con su potencial, con su directo y con su actitud unos cuantos años. Nos arrastran a sus comuniones como leales fieles enloquecidos y empoderados contra un sistema que se pudre y alienta al pueblo ante posicionamientos y pensamientos. Y si la cultura y la música tiene un poder, es el de empoderarnos y hacernos pensar más allá de menear el bullarengue en cualquier sala o festival. Eso es lo que las canciones de León Benavente poseen de forma innata, una manera de despertar en nuestra materia gris sentimientos y movimientos, de hacernos pensar, creer y de madurar musicalmente, junto a ellos.
León Benavente estructuraron el directo en dos partes diferenciadas, la primera, un bloque en el que interpretaron por estricto orden de aparición en su primer LP, los diez temas de su homónimo álbum. ‘Ánimo, Valiente’, ‘Las Hienas’, ‘Estado Provisional’, ‘Las Ruinas’, ‘La Palabra’, ‘Década’, ‘La Gran Desilusión’, ‘El Rey Ricardo’, ‘Revolución’ y la combustión comunal de ‘Ser Brigada’. Público rendido, canciones que tornaban nuevos significados, estribillos que volvían a nuestra memoria, son como andar en bici, aunque estés años sin escucharlos, nunca se olvidan…muchos recuerdos a ambos lados del escenario, mucho sentimiento.
Pero las celebraciones no se tienen que acortar ni acotar, qué mejor manera que iniciar el segundo bloque que con ‘Nuestro Aniversario‘, ese tema que resume los inicios del grupo en un hit de rápida combustión. De súbito nos vamos con ellos a ‘California‘, gritamos eso de ‘Amo‘ tu nombre, canalizamos nuestra rabia en ‘La Ribera‘ y liberamos endorfinas en ‘Canciones Para No Dormir‘. Nos serenamos y reunimos ante ‘La Canción del Daño’, fantaseamos lo perdido en ‘La Gran Muralla‘, marcamos ritmo ansiolítico con ‘Mítico‘, rabiamos contra los cambios de manos en ‘Disparando A Los Caballos‘, queremos ser fanáticos, nos desgañitamos en ‘Tipo D’, momentos en los que la algarabía y el karaoke ya nubla la estupenda ejecución de la banda en directo. Gritamos, nos sentimos parte de ellos, ellos lo saben. Es una era, es su era…’Líbrame Del Mal’, momento a enmarcar. Pero los leones siguen rugiendo, y la traca final siempre tiene algún protagonista máximo, ‘Gloria’ y ‘Ayer Salí‘ se galvanizan y con ello nuestra euforia. Vuestro aniversario es nuestro delirio. Nunca cambiéis leones.
