El IV Festival de Jazz de Castilla y León se guardaba, como el postre, lo mejor para el final. La última jornada del mismo estuvo ocupada por ardientes ritmos latinos de la mano del quinteto liderado por el cubano Bobby Martínez.
Pero no solo fue Bobby Martínez el que brilló esa noche, los grandes músicos de su banda casi lograron eclipsar al jefe que muy generosamente dejó participar a todos por igual en el espectaculo, confiado de su buen hacer.
Abrieron el concierto con dos temas propios del último disco de Latin Elation, tónica que definiría todo el concierto pues los standards se reservaron para el final.
No hubo ningun problema con esto cuando se comprobó la fiereza con la que los músicos acometían estas composiciones, que se revelaron perfectas para su lucimiento, ademas de grandes composiciones.
Santi Greco al bajo electrico impuso un toque muy funkie guiando a la banda en un par de canciones y el sorprendente Pepe Rivero al piano (de cuyo disco tambien se interpretó alguna canción) nos hizo dudar por momentos el nombre que debía llevar el conjunto, luciendo unas virtuosas dotes para improvisar sobre el ritmo latino de canciones que arrancaron aplausos del respetable en el caso de ‘Ni pa ti, ni pa mí’ o ‘A las tres de la tarde’, en la que Bobby Martínez no se quiso quedar atrás tomando el clarinete y dando una lección de arrebatador jazz latino.
Como adelantabamos la única concesión a los standards fue en los bises donde sonaron entre otras una maravillosa interpretación de ‘My favorite things’.
Un cierre de altura internacional que da nombre a este festival y maravillo al poco más de medio aforo que llenaba las butacas de la sala Miguel Delibes del Calderon, una pena.
