23 abril 2024

Los representantes de la música minoritaria, extrema, incomprendida y otras yerbas existentes en el panorama musical nacional conocen el pabellón la Cantábrica de el Astillero. Y es que allí tienen lugar las dos citas más importantes de la música en Cantabria: el Milwookis Metal Fest a principios de inviernos (toquemos madera, por que este año estuvo de crisis) y el Azero´s Rock, que aguanta el tipo bien erguido pese a la situación económica. Nos alegra y nos complace que el ayuntamiento siga apoyando este evento en plenas fiestas locales, que nos amenizaba también con gente el parque que rodea el pabellón, un modesto mercado medieval y curiosos que se acercaban a ver la reunión de tribus urbanas que se daban cita a pocos metros.

Y hablando de tribus urbanas, con esto de tener un cartel con estilos muy variados, era una gran ocasión para dedicarse al estudio de las diferentes gentes. Veamos, pocos punkis, bastantes rockeros, bastantes heavis, muchas hippie-pijas (y digo muchas sin poner la famosa arroba, comodín de géneros en esta indecisa lengua, porque eran féminas las representantes y no otra cosa) y gente vestida “normal”. Sólo unos pocos se atrevieron a disfrazarse para pasar por allí. Todos con ganas de pasarlo bien, sin mayores incidentes y con el espíritu del rock en las venas. A ver si de una vez el ayuntamiento de la capital presta algo de atención a la demanda de estos géneros y deja de pensar que sus seguidores son una especie de animales. Así igual se les ocurre invertir en todas las variedades musicales y no sólo en triunfitos y superéxitos de las multinacionales “toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío”, como les llamaba Perez-Reverte en uno de sus artículos.

Pero dediquémonos a hablar del festival, que no nos gusta mucho mezclar la política con la música mas de lo necesario.

Puntualmente comienzan los conciertos con Nadye que dieron un buen espectáculo, calentando el ambiente pese a la poca afluencia de público, que fué entrando toda la tarde con cuentagotas. En ese momento eran las seis de la tarde y no había más de 50 personas en el pabellón.
No muchas más hubo con Wayne, no obstante, los cántabros supieron dar una lección de saber hacer sobre las tablas. Y es que esta banda no para, todas las semanas la veo en la programación de algún bar o sala, y esa experiencia se nota mucho cuando les ves con esa desenvoltura. Los Papa Shango vienen a romper el ritmo cada vez más oscuro que llevaba la noche con un concierto animado y simpático. Con una curiosa combinación de músicas de fuck, reggae, ska y alguna otra que se me escapará, emanan las buenas vibraciones que necesitaban los asistentes para decidirse a entrar a la sala.
Hasta ahora el sonido ha sido estupendo, pero con la subida al escenario de The Eyes, se convertirá en una vorágine sónica que arrasará nuestros tímpanos. Los muchachos catalanes, nos muestran su experiencia y su ilusión saltando, moviéndose por todo el escenario y comiéndose al público haciendo gala de un carisma que jamás había visto. La ejecución impecable, el sonido, más que mejor, las luces acompañan y el público despierta de una vez en la noche. Jordi es un gran frontman, que se comunica con el público, llegando a saltar en un par de ocasiones al foso para cantar al lado de su público y el resto del grupo no deja nada que desear. Sólo deciros que hacían la labor fotográfica muy difícil ya que nunca estuvieron quietos más de 20 segundos en el mismo sitio! Grandísimos The Eyes que se van siendo uno de los grandes de este Azero´s.
Después del trallazo de los de la ciudad condal, esperábamos que los Uzzhuaïa dieran un concierto correcto pero no muy animado. Una vez más, me como el sombrero. ¿Quién iba a pensar que los rockeros valencianos pudiesen tener ese tirón? Y es que el público se volvió más que loco con el conjunto.

Ya sabíamos que venían pegando fuerte, pero en un festival predominantemente alternativo no estaban entre las mejores apuestas. Pues los mediterráneos subieron al escenario con unas ganas tremendas y derrochando buen rollo al respetable, que reaccionó en seguida y se convirtió aquello en una exhibición de talento. El público cantaba como nunca oí en el pabellón sus “13 veces por minuto”. Sin duda, una de las grandes promesas peninsulares, se convirtieron en los ganadores de la noche. Esperaremos vuestro regreso.

Con la Cantábrica a su máximo aforo aquella noche, saltan al escenario los punks veteranos Segismundo Toxicomano. Un pogo inunda las primeras filas desde que suenen los acordes que introducen al cuarteto vasco. La juventud predominante llega a saltar las vallas de contención y hay alguno que se atreve a subir al escenario. Es lo que provoca este tipo de música en directo: gente volviéndose loca, agitando sus miembros y gritando a pleno pulmón. Gran espectáculo dieron demostrando que siguen en pié, pero hubo cierta falta de comunicación con el público, para tocar la música que tocan.

Aún así, mantuvieron el tipo y cumplieron. “Odio” tuvo un gran recibimiento entre los incondicionales y también nos dieron su versión de cómo ven las canciones de amor con “Por Ti”. Algunos por mi lado decían que les recordaba a su juventud…

El festival no ha terminado. ¡Ni mucho menos! Y los cántabros Propaganda salen al escenario a demostrarlo. No me esperaba ni mucho menos que un grupo de seguimiento más bien bajo sonara tan tan bien. Ciertamente, merecerían un puesto superior en la consideración que tienen aquí de los grupos de este estilo y creerme, tenían muchos seguidores coreando sus temas aferrados a las vallas… “Tocando a muerto”, “Odio tu ley” y otras retumbaron en nuestros oídos pero también alguna nos tocó la fibra sensible. Gran espectáculo de estos relativamente desconocidos. Nos enteramos también que después de este show pararían de tocar durante algún tiempo. Nos apena, pero tienen todo nuestro apoyo desde aquí. ¡Hasta pronto!

Los Faltos de Riego dieron un show nada malo, pero a las tres de la mañana y el cuerpo hecho un ocho, optamos por retirarnos a la mitad. Nos sorprendió, pues dejábamos allí a muchísima gente que disfrutó de este AZERO´S ROCK VII a pesar de ser de madrugada. Tres hurras por la organización que lo ha hecho genial y que se sigue dejando los cuernos en cada edición, porque los técnicos de sonido merecen un monumento (ni un concierto sonó mal, de hecho todo lo contrario y mira que en un polideportivo es complicado) y porque hasta el más mínimo detalle estaba cuidado, incluso los bocadillos estaban deliciosos. Y como no, gracias a todas la bandas, pues en esta edición, todas han sido ganadoras.

Esperamos muy sinceramente que este evento sirva como referente para que se anime el panorama en la región, aunque no podemos quejarnos, ya decíamos al principio que queremos más apoyo institucional y más compromiso con esta y con todas las músicas.

Y con esto y un bizcocho… ¡Hasta el año que viene!

Gonzalo Garcia Aguirre