25 abril 2024

Haciendo honor a la puntualidad característica de su país, el cuarteto Keane apareció a las 10 de la noche del viernes en Madrid. Lo hicieron tras la actuación de sus teloneros, los locales Miss Cafeína y para presentar al público los temas de su último álbum Strangeland (2012), cuarto de su trayectoria. El público del Palacio Vistalegre de Madrid, llenaba tanto el foso como las gradas, dispuestos a disfrutar del show sobrio pero correcto del cuarteto británico. Y no defraudaron. Fieles a su estilo, recordando en momentos a otras bandas británicas como U2 o Coldplay, Tom Chaplin y los suyos iniciaron el concierto con ‘You are Young’, canción que abre su último trabajo. El público empezó a entrar en el concierto con timidez, para ya meterse de lleno con el siguiente tema, uno de los clásicos de la banda, ‘Bend and Break’.

El concierto se desarrolló alternando los nuevos temas con sus estribillos más conocidos, y entre canción y canción, su vocalista dedicaba palabras a la audiencia presente, ya fuera para reclamarles un poco más de ruido yendo de lado a lado del escenario, o para saludar a amigos que tenía entre las gradas. El público no dejó de acompañar al cuarteto, coreando el estribillo de ‘Silenced by the night’ o ‘Everybody’s changing’. Sin embargo, el clímax llegó cuando la banda tocó encadenadas ‘This is the last time’ y ‘Somewhere only we know’, temas de su primer y más aclamado disco, para rematar esta conexión dejando que el público cantara a solas y como uno solo, el estribillo de ‘Bedshaped’. El vocalista Tom Chaplin no desentonó en ningún momento, totalmente compenetrado con el resto de la banda y dejando buen sabor de boca a los allí presentes. Para finalizar su buen concierto, el grupo entonó ‘Sea Fog’, ‘Sovereign Light Cafe’ y ‘Crystal Ball’ dentro del primer set de bises, para despedirse con una sorpresa: su propia versión del tema ‘Under pressure’, cover del famoso tema de Queen & David Bowie.

En definitiva, un buen concierto y un buen sabor de boca el que dejó Keane en la noche de viernes en Madrid, siendo el inicio de un fin de semana muy  musical con un marcado acento británico (recordamos que al día siguiente era Muse quien tomaba la palabara).