25 abril 2024
nimio
nimio, mia
(del latín nimius, excesivo, abundante)

Dicho de algo insignificante, sin importancia.
Así es como describe generalmente su puesta en escena la ex-sydneysider Josephine Ayiling, con esa humildad que la caracteriza. Y así es como ha bautizado su último proyecto, bajándose del Barco para zambullirse en el océano electrónico.
Dejando de lado las dificultades que supone abrir un festival tan ecléctico a las 9 de la noche con una apuesta electrónica (más propia de última hora), y la adaptación de un set plagado de sonidos envolventes y proyecciones exquisitas -a cargo del artista digital Raül Leiva– a un entorno más cercano del “Cavern Club” que de un escenario del Sonar, nuestra pequeña madrileña de adopción pudo mostrarnos lo que lleva dentro.
Con la inestimable colaboración y esfuerzo del técnico del Perro, hemos podido ver como la intérprete desplegaba sus pequeñas alas y nos llevaba de viaje por el espacio hasta convertirse en nuestro satélite. Y así nos dejó esperando hasta su próxima aparición.
Nimio le da un nuevo significado al concepto electrónico; gracia en los movimientos, delicadeza, voz cálida, nostálgica y a veces melancólica. Mezclado en su justa medida con imágenes que literalmente se han posado sobre su figura y la utilización minuciosa de unas cuidadas bases, ha vuelto a dar con la tecla en un panorama donde lo original es poco probable.
Por cierto; minucioso, cuidado y esmerado, son tres de las acepciones que también se le asignan al término. Simple coincidencia?

 

Fdo: Antolin.