Hablar sobre Star MafiaBoy es hablar de un tipo que cree en lo que hace con la determinación que sólo los grandes tienen. Es hablar de alguien que vive el rock and roll todo el día y que con 13 discos a sus espaldas acaba de presentar su quinto trabajo en solitario, “Kamikaze Diablo”. En solitario pero dònde SMB ha sabido rodearse de un buen puñado de mùsicos y grupos como comprobamos al abrir el libreto. Mencionamos de forma especial el trabajo de Juan Olmos, productor del disco y que logra un sonido de una calidad excelente y equilibrada. Y no podemos pasar por alto el bonus track del álbum, una remezcla del tema que abre el cd Mil noches de amor en el infierno realizada por el productor Sue Gere.
¿Qué vamos a encontrar en “Kamikaze Diablo”? Pues Star MafiaBoy en estado puro elevado a mil: hard rock de calidad, rock and roll barriobajero, la esencia de Chuck Berry y el espíritu de Mark Bolan, chulería y en el fondo un poso de romanticismo escondido entre esos riffs que hacen escuela. No vamos a destripar los tracks uno a uno, sólo diremos que es uno de los trabajos más equilibrados de SMB y de más calidad tanto compositiva cómo de producción. Es un disco que te sacude la cara y te hace recordar por qué te gusta el rock and roll.
Y aprovechando que Star MafiaBoy pasó el pasado 1 de febrero por Barcelona a presentar su nuevo trabajo, no pudimos resistirnos a acudir a verlo en directo: la dimensión que nos falta para poder disfrutar al completo de este rock star hispano. Con Mescaleros, la rodada banda hardrockera encargada de abrir el show, dejando el garito caldeado y el público en las condiciones óptimas SMB con Sebass al bajo y J.Biscuit a los parches. Y directos al turrón: empalmando temas uno tras otro, a veces hablando para dar las gracias o presentar a la banda pero lo más habitual era escuchar el feedback de su Les Paul a modo de punto y seguido entre trallazo y trallazo. La conexión con el público, la mayoría habituales del local, enseguida fue total y los posibles prejuicios al ver a un tipo con la uñas pintadas de negro salir del backstage enseguida se difuminaron. SMB no te deja pensar, te lleva arropado por esas canciones que podrían ser himnos radiados en cualquier emisora decente de este pais. El ritmo que impone a sus shows es frenético y la verdad, se nos hizo corto a pesar de lanzarnos catorce canciones de pura actitud rock and roll. Como viene siendo habitual en los conciertos que he podido ver de él, no faltó su paseo entre el público repartiendo pentatónicas al final del show, como si esa fuera su mejor manera de agradecer su presencia.
Y nosotros nos llevamos para casa una buena dosis de esa energía que Star MafiaBoy es capaz de derrochar. Al cabo del año hace muchos conciertos, si tenéis oportunidad no os lo perdáis. Seréis más felices.
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