La entrada para el concierto de Walter Daniels y Guadalupe Plata se convirtió en un billete directo a los campos de algodón del Delta del Mississippi. Fue ese blues de raíces, oscuro y lleno de rencor el que pudimos escuchar el pasado jueves día 3 de noviembre en la sala Sidecar de Barcelona.
Guadalupe Plata puso en marcha su magia acompañando a un Walter Daniels que supo hacer que la armónica sonase como si el mismísimo diablo soplase a través de ella. A lo largo de la noche nos deleitaron con versiones de autores clásicos que sentaron los cimientos de este género, como Hound Dog Taylor.
A pesar de ser un repertorio principalmente de versiones, cada una de las canciones que sonaron tenía la marca de los artistas que las tocaban. Por un lado estaba ese sonido de Gudalupe Plata, pantanoso e inmersivo. Por otro lado esta Walter Daniels con su armónica endiablada y su voz de ultratúmba, gracias al efecto del micrófono de la armónica.
Consiguieron rendondear aún más el concierto justo al final, cuando por fin Guadalupe Plata tocó temas propios acompañados de la voz y armónica de Walter Daniels. Genial esa versión de Gatito que se marcaron, entre otras.
En resumen, el concierto dió lo que prometía: un blues de libro que dejó contento al fan más acérrimo del género. Música directa, sin florituras ni medias tintas. No se puede pedir más.
